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Panorama electoral

El pasado domingo seis del mes en curso, se llevaron a cabo dos procesos electorales para la renovación de los congresos locales en los estados de Coahuila y Nayarit, además de para presidentes municipales, en esta última entidad. También se realizaron dos elecciones extraordinarias en el estado de Puebla.

Con estos comicios se cubrió el calendario electoral del segundo año de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, que contrasta con la muy intensa y nutrida actividad electoral que tendremos el próximo año, cuando se renovará la Cámara Federal de Diputados, nueve gubernaturas, y congresos locales y ayuntamientos en 17 estados de la República, además de la elección de los 16 delegados y diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Todo un banquete comicial para poner a prueba la flamante reforma político-electoral y al propio Instituto Nacional Electoral

Como suele suceder en los procesos en los que no están en juego las gubernaturas, la participación ciudadana en estos comicios fue baja, sobre todo en el caso de Coahuila, en donde no llegó al 40 por ciento. En esta entidad, el PRI, en alianza con el Partido Verde, el PANAL y cinco partidos locales, se llevó el carro completo al ganar las 16 diputaciones de mayoría en disputa.

En Nayarit, en donde el número de votantes se acercó al 60 por ciento, lo que podría considerarse normal para estas elecciones, el partido tricolor tuvo también buenos resultados con el triunfo en 14 de los 18 distritos y en 16 de los 20 ayuntamientos en pugna. Habría que señalar, sin embargo, que perdió Tepic, la capital del estado, frente a la alianza de facto PAN-PRD, por lo que, aunque recuperó cinco municipios, ahora gobernará 7 por ciento menos población.

Llama la atención el triunfo del candidato independiente a la alcaldía de San Blas, Nayarit, el folclórico Hilario Ramírez Villanueva, Layín, a quien le funcionó su polémica confesión de “haber robado, pero poquito”, durante su anterior gestión como alcalde de este municipio. Y es que se impuso con 40.32 por ciento de los votos, seis puntos arriba de su más cercana contendiente, lo que lleva a pensar que este bromista personaje, como él se autocalifica, calculó bien el riesgo de una muy delicada declaración que para otros hubiera resultado fatal. Sólo esperamos que este bromista político, no se le ocurra tener malos pensamientos, pues muchos ojos lo estarán observando.

Para los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, estas elecciones funcionaron como plan piloto para lo que sus líderes han planteado como estrategia electoral para derrotar al PRI en los procesos del 2015. Y es que, tanto en Coahuila como en Nayarit, estos partidos contendieron en una alianza de facto, que, sin duda les funcionó para arrebatarle al revolucionario institucional la ciudad de Tepic, aunque, por lo demás, no les permitió mayores avances. Habrá que anotar que en las elecciones extraordinarias de Puebla, estos partidos también fueron en alianza, con buenos resultados al haber triunfado sus candidatos en las dos alcaldías disputadas.

Resulta curiosa esta alianza, cuando, al mismo tiempo, PAN y PRD sostienen agrios enfrentamientos en el Congreso con motivo de los interminables debates sobre las reformas que se han presentado en los últimos 18 meses. Cualquiera supondría que los argumentos encontrados entre estas dos fuerzas políticas, harían imposible cualquier acuerdo, y sin embargo, queda claro que más allá de sus diferencias ideológicas, lo que más les importa es ganar posiciones, derrotar al enemigo común y, si el único medio es juntando agua y aceite, pues adelante, que el fin justifica los medios.

Por su parte el PRI, analiza sus posibilidades en las elecciones para gobernador que tendrán lugar en nueve entidades en 2015. Según publicó un diario de circulación nacional, el tricolor advierte focos rojos en Guerrero, Baja California Sur, Michoacán y San Luis Potosí. Con alerta amarilla ve los casos de Nuevo León, Querétaro, Sonora y Campeche, y sin problema considera la elección de Colima.

De estos nueve estados, Guerrero está en manos del PRD, con el apoyo del PAN; Baja California Sur y Sonora  están gobernados por Acción Nacional, los demás están bajo gobiernos tricolores. Por lo que toca a las alcaldías y diputaciones locales, según este “Estudio prospectivo 2014-2015” atribuido al PRI, los focos rojos están prendidos en los estados de Jalisco, Guanajuato, Morelos, Tabasco, Oaxaca y D.F., de los cuales Jalisco gobierna el PRI, Guanajuato el PAN y los restantes el PRD. Y con luz amarilla considera a Yucatán y al Estado de México, actualmente bajo gobiernos priistas y a Chiapas, cuyo gobernador pertenece al partido verde.

En el escenario para las elecciones de 2015, habrá que considerar la participación de tres nuevos partidos: Morena, Frente Humanista y Encuentro Social, con lo que la contienda electoral, teóricamente, enfrentará a diez partidos. Debido a las alianzas, las opciones para el electorado se reducirán, aunque no en el caso de los partidos debutantes, a quienes la ley prohíbe formar alianzas en su primera participación. Esto los obligará  a medir sus posibilidades reales de sobrevivencia en la cancha electoral que, desde ahora, auguramos difícil en el caso de dos de ellos.