Por José Antonio Chávez

Para nadie es secreto que en el Frente Ciudadano se prendieron focos rojos y no precisamente porque se vaya a desintegrar, sino porque mantienen acelerado el proceso para la  repartición de candidaturas con el tiempo encima.

Es la Presidencia  de la República la que los tiene entrampados, pues los panistas de Ricardo Anaya junto con Movimiento Ciudadano de Dante Delgado, se pronunciaron para que recaiga en los blanquiazules, mientras que los perredistas de Alejandra Barrales defienden a capa y espada que se le designe a Miguel Angel Mancera.

Mancera está decidido a solicitar licencia de mañana en ocho, es decir el jueves 14, pues si bien le apuesta al Frente Ciudadano, también adelantó que está listo para entrar al proceso de selección, vaya que se instale el método y a darle.

Por número, en el PRD saben que la candidatura a la Presidencia le pertenecería al PAN de Ricardo Anaya y, a cambio, la CDMX al PRD de Barrales. Obviamente a Movimiento Ciudadano, la gubernatura de Jalisco con  Enrique Alfaro que al final del día no gana nada porque tiene los números a su favor para darse el lujo de ir como candidato sin Frente.

La base de los panistas es que gobiernan en once estados contra cuatro del PRD, una cifra muy superior que quieren hacer valer.

Tanto Anaya como Barrales y el propio Delgado están conscientes que como Frente se constituyen como una poderosa fuerza política que puede incluso dar la pelea para ganar la Presidencia.

Mancera sabe que el PRD con los panistas y los de MC también pueden ganarle a la marca de AMLO con su partido Morena, pues la salida de Ricardo Monreales notoria que hizo un socavón electoral por la imposición de Claudia Sheinbaum.

Esa base es la que los mantiene unidos para seguir buscando ese tan codiciado acuerdo que lleve a ambos partidos ceder la candidatura presidencial.

Sin embargo, saben que deben acelerar aún más el proceso porque tienen el tiempo más que encima, anote por ejemplo que el domingo Barrales debe dejar el cargo de dirigente nacional, cuatro días después tendrán que presentar el registro y la planilla de los partidos que deberán quedar en la cabeza de la coalición, más no los nombres de candidatos.

Ahora, el problema que está en la mesa en esas negociaciones, es precisamente que si desintegra el Frente y cada partido va por su cuenta, al PRD no le alcanzaría con su inminente candidata Alejandra Barrales ganar la capital a Morena y eso sería un fracaso rotundo para Mancera y los perredistas.

En cambio al PAN, con Anaya como candidato tampoco le dan los números para competir contra Morena de Andrés Manuel López Obrador, pues se fragmentaría el voto a cuatro tantos, una estrategia que le favorecería, pero por mucho al PRI de Enrique Ochoa.

Por eso los del Frente están en la antesala incluso de dar reversa a caprichos o aspiraciones inútiles, pues el propio Manlio Fabio Beltrones los ubica como una de las tres fuerzas políticas y que las elecciones  sin duda se terciaran la votación.

Que el PRI alcanzaría un 30 por ciento de la votación, un 8 por ciento menos con el que ganó Enrique Peña Nieto en el 2012, entonces si no acceden y rápido a encontrar acuerdos, su negativa los puede llevar a la ruptura y en automático al fracaso en el 2018.

Lomelí VS Alfaro. Si bien en Jalisco Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano lleva mano en las encuestas, el pleito se puede dar con el empresario y diputado federal, Carlos Lomelí, de Morena, un político que es inminente su candidatura para dar la pelea al puntero, pues las tablas  ahora ubican al PRI que gobierna el estado con Aristóteles Sandoval, en el tercer sitio.

Serna, Jefe de  la CDMX o coordinador presidencial. Con los tiempos encima por el arranque de  las precampañas rumbo al 2018, no pierda de vista a Luis Serna, considerado el hombre más cercano a Mancera, pues lo ven propios y extraños como uno de los más viables para cuidarle las espaldas y sucederlo como Jefe de Gobierno de la CDMX o, incluso, como coordinador de la campaña presidencial.

En la última sesión de la Cámara de Diputados, el jueves 14 de diciembre, su presidente Jorge Carlos Ramírez Marín tiene lista su solicitud de licencia para presentarla y despedirse de sus pares, de todos los colores porque va que vuela como el candidato natural del PRI a gobernar Yucatán. En el Senado de Ernesto Cordero, su contraparte, el panista Daniel Avila hará lo propio que buscará dar la pelea.