Por Citibanamex
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) constituye uno de los principales instrumentos de análisis del mercado laboral, su importancia es vital para conocer cuáles son las dinámicas al interior del mercado de trabajo en México. Ayer se publicaron los resultados del primer semestre de este año, los cuales, a diferencia de otras estadísticas, dimensionan de manera mucho más completa los cambios ocurridos en el mercado laboral. En este sentido, aunque nuestra lectura de los indicadores laborales del primer semestre de este año tiene un sesgo positivo, persisten importantes insuficiencias en materia de calidad del empleo:
Desafortunadamente, en los resultados de la ENOE también se vislumbran otros resultados negativos. Quizá el más importante –en paralelo con los altos niveles de informalidad– radica en el hecho de que el crecimiento del empleo posiblemente estuvo apoyado en los niveles de bajos ingresos. En los segmentos de hasta 2 salarios mínimos se crearon 2.25 millones de empleos; a la vez que se perdieron 1.48 millones de plazas en los segmentos de más de dos salarios mínimos. A pesar de que la ENOE reporta una generación de 660 mil empleos sin clasificar, puede deducirse que el grueso de la generación de empleos se apoya en los segmentos de más bajos ingresos.
Finalmente, sigue registrándose una diferencia entre los resultados de la ENOE y las cifras de los registros administrativos del IMSS. Según datos de este último, en el promedio del primer semestre de este año, se registran 823 mil nuevos empleos, con un sólido incremento de 4.3%. Cifra mayor a la reportada por la ENOE con un aumento de 598 mil empleos con afiliación al IMSS y un incremento anual de 3.8%. Si bien con los datos de este año se han matizado las diferencias en el cálculo de la generación de empleos, las discrepancias entre ambas fuentes todavía implican una conclusión más/menos optimista en cuanto a los logros en materia de empleo.
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