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La primorosa mayoría y la profunda soberbia

Por José Antonio Chávez

Ricardo Monreal  el miércoles por la noche, al terminar la sesión en el pleno mantenía a su lado al senador Salomón Jara y sin titubeos anunciaba que estaban listos para debatir la reforma Educativa.

Su mensaje era más que claro que el senador por Oaxaca había aprendido más que bien la lección de no salirse cuando hay urgencia de sacar la tarea.

Le salpicó también, a la senadora Lucía Trasviña la que les grito a los panistas “no les tengo miedo cabrones”, la misma que se ausento la pasada sesión cuando faltó un voto para que esta reforma se aprobará.

Sin duda que el jalón de orejas fue decisivo para que cambiaran su postura de querer ser independientes o hacer lo que les plazca. Claro que hay orden y hay línea.

¿Cuánto costo esta salidita o ausencia de ambos?, bueno, en cuestión económica anote de entrada la compra de 500 boletos de avión para los 500 diputados y 128 para senadores, en el caso que no todos los usen por la cercanía de sus Distritos, réstele un 10 por ciento.  Además esos recursos no estaban presupuestados, otro gasto innecesario.

Y si hablamos del costo político, agréguele que Salomón Jara se le cayó la candidatura para la gubernatura de Oaxaca, solo un milagro que saliera de Palacio Nacional podía salvarlo. Ese es el costo que provocó  que los senadores no acudieran en la pasada sesión a la hora de la hora a emitir su voto.

Bueno, ahora finalmente se logró su aprobación, Ricardo Monreal logró sacar la tarea y alcanzó incluso más de los votos que esperaba. Dicen los que saben que junto con Mario Delgado plancharon con almidón para evitar cualquier tipo de arrugas con sus pares del PRI, MC y hasta del PRD.

Desde luego que  el más contento que haya salido esta reforma aprobada antes del Día del Maestro, es precisamente el que manda en Palacio Nacional, el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Monreal no trabajo con los panistas porque era bola cantada que ellos, los blanquiazules votarían en contra.  No se desgasto, se fue a lo seguro para convencer incluso a los priistas deMiguel Angel Osorio Chong que le dieron casi el total de sus votos.

Gustavo Madero, un senador panista con marcadas tablas en la política celebró “la primorosa mayoría” que se enlistaba para votar el proceso legislativo atropellado, precipitado y que dispensa todos los trámites, vaya algo así como de fastrak.

Y si faltaba algo, para evitar que todo fuera de color de rosa, bueno Dante Delgado, como mandamás de Movimiento Ciudadano solo les recordó algo así como que no canten victoria de pararse el cuello porque saben, los morenos que no les alcanzan los votos y que no es más que un acto  –por su comportamiento de minimizar a los adversarios- de profunda soberbia y vanidad.