Natixis
Sí. Si bien se espera que haya nerviosismo, creemos que la distribución de las vacunas será por lo general fluida y esperamos que la suficiente población de riesgo pueda ser inoculada para el verano de 2021 para que podamos empezar a volver a la normalidad.
Sí. Después de un invierno largo y doloroso, esperamos que el crecimiento repunte drásticamente al inicio de la primavera y que se vuelva auto sostenible.
No. Probablemente vamos a atestiguar un mayor apoyo fiscal en EEUU y creemos que los gobiernos de todos los países continuarán inclinándose hacia el expansionismo. De modo similar, los bancos centrales seguirán con su postura ultra acomodaticia, incluso si la Reserva Federal pudiera empezar a reducir su programa de estímulos cuantitativos en algún punto.
No. A pesar de la escala del apoyo fiscal y monetario, las medidas fiscales han sido un remplazo para el ingreso, y no un refuerzo, lo cual es poco probable que conduzca a demasiada inflación, especialmente con un slow-torecover mercado laboral. Dicho esto, con efectos de base, la inflación podría alcanzar o superar el 2% temporalmente, pero esto será percibido como ‘transitorio’ por la Fed.
Sí. Esperamos que el Presidente electo Biden reduzca las tensiones comerciales, particularmente con los aliados de EEUU, aunque no creemos que todas las tensiones vayan a disiparse. En particular, creemos que las tensiones entre EEUU y China, no solo en el intercambio comercial, persistan de algún modo.
Sí. Los fundamentales siguen siendo fuertes, con mejoras en el crecimiento y las ganancias (gracias a las vacunas), así como un apoyo masivo fiscal y monetario, lo cual deberá continuar. Dicho esto, los ajustes son probables y nos mantenemos pendientes del posicionamiento desde una visión constructiva que se ha vuelto el consenso.
Por ahora si. En el corto plazo, la rotación puede continuar, pero creemos que eventualmente, después de emparejarse, los inversionistas van a girar su enfoque hacia el aumento de las ganancias y la sostenibilidad de esta alza, lo cual podría volverse más defensivo, y los sectores de crecimiento se van a desempeñar mejor de nuevo.
No. Creemos que las expectativas de mejor crecimiento y reflación van a escalar los rendimientos aún más durante el año, pero que las acciones del banco central van a evitar un alza desordenada.
Sí, por ahora. Las operaciones de reflación y un mejor apetito por el riesgo van a continuar influyendo en el dólar. Sin embargo, en algún punto, esperamos que esta debilidad se vea limitada por un mejor crecimiento en EEUU, mayor ímpetu fiscal y más carry.
Sí. La crisis solo ha incrementado el apetito por las estrategias ESG y los gobiernos en todo el mundo se enfocan en este tema también. Con un muy sólido desempeño en el 2020, la demanda va a continuar, e incluso crecer en los próximos años.
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