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La Competencia en las Telecomunicaciones

Tiempo de lectura: 4 minutos

El día de hoy la Comisión Federal de Competencia (CFC) celebra el día de la competencia en el cual, por sexto año, se presenta el Informe Anual de este organismo y se hacen reflexiones sobre algunos temas de la agenda de competencia en el país.

 

Acerca del Concepto de la Competencia

Al hablar de competencia en el sector, no está de más repasar temas y nociones básicas, como el hecho de que en la sociedad moderna hemos identificado a esta configuración como la estructura de mercado y mecanismo más eficiente para la maximización del bienestar social, por los incentivos que detona en los diferentes agentes económicos, en términos de precios más bajos, calidad, incentivos a la innovación, etc.

Un mercado que ha sufrido la dificultad para la gestación de la competencia es, sin duda, el de las telecomunicaciones, por las economías de escala implícitas en su operación. Al igual que otros servicios de infraestructura y de economías de red como las de energía, transportes, ductos y servicios públicos, en México las telecomunicaciones fueron históricamente provistas por mercados monopólicos gubernamentales, para posteriormente pasar por un lustro de operación bajo el monopolio privado y finalmente dar entrada a una serie de competidores en segmentos del mercado como inicialmente lo hicieron el de larga distancia, servicio local, móvil e Internet, entre otros.

Es claro que el espectro de alternativas no es binario, es decir, monopolio o competencia perfecta únicamente, sino que acotados por los extremos se encuentran:

Competencia Perfecta, con un gran número de empresas, cada una con una baja participación de mercado, que generan un escenario muy dinámico en términos de precio, calidad y cobertura.

Competencia, amplio número de empresas en donde ninguna es capaz por sí sola de determinar el precio del mercado.

Competencia Monopolística, las pocas empresas atienden segmentos del mercado con productos diferenciados.

Oligopolio, en donde los pocos oferentes controlan individualmente un porcentaje importante del mercado, con capacidad de colusión que afecta al bienestar social.

Monopolio, una sola empresa que domina el mercado completo, generalmente bajo supervisión de regulación gubernamental.

Sin embargo, en el transcurso de los años hemos aprendido que la práctica resulta en situaciones intermedias a estos escenarios descritos. A decir de dos renombrados economistas (Hal Varian y Carl Shapiro enInformation Rules, 1999), el mismo proceso competitivo frecuentemente resulta en una estructura industrial concentrada, con una o unas pocas empresas dominando este mercado con elevadas economías de escala y fuertes externalidades de red. En la misma línea de pensamiento, el punto medular de la política de competencia consiste en encontrar la fórmula para que esa misma política asegure la presencia de una competencia equilibrada, sin convertirse en un castigo para los ganadores o bien en una protección a los perdedores.

Este es claramente un tema de respuestas regulatorias, para determinar los términos de la operación del mercado que detonen al máximo los beneficios del progreso de las tecnologías de la información modernas, para toda la población.

Repasando los términos anteriores vale la pena señalar cuál es el estado actual de la competencia en el sector de las telecomunicaciones en México.

 

Telecomunicaciones Fijas

Hace poco más de veinte años, veintidós años para ser exactos, se anunció la privatización del hasta entonces monopolio gubernamental de telecomunicaciones en nuestro país, buscando abrir el mercado a la competencia.

Hoy día, la participación de mercado del concesionario de la red nacional de telecomunicaciones sigue teniendo control de ocho de cada diez líneas fijas en México. Es decir, que en dos décadas la promoción de la competencia le ha generado a los nuevos entrantes del mercado, tan solo unos pocos puntos porcentuales del total del mercado.

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Telecomunicaciones Móviles

 

Por otro lado, si analizando el segmento de telecomunicaciones móviles nos encontramos que este se encuentra relativamente más competido que el fijo, pero en términos absolutos, aún está altamente concentrado. Una sola empresa siga manteniendo cerca de 7 de cada 10 usuarios, aunque ha ido incrementándose la participación de mercado del segundo operador con mayor número de líneas, la diferencia de casi 50% puntos porcentuales en pleno 2012.

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A lo anterior podría llamarse poder monopolístico, poder substancial de mercado, dominancia o como se prefiera, lo que resulta inobjetable es que ese escenario de concentración es mucho más cercano al monopolio puro que a un mercado en competencia, efectiva cabe reiterar. Incluso vale decir que aun si Telmex no tuviera un solo usuario final (residencial o comercial) en el país, su capacidad para afectar el nivel de las tarifas, la cobertura y la calidad de servicio seguiría siendo el mismo.

 

Y eso que casi dos décadas atrás, nuestro país tomo la decisión de emprender una nueva ruta de crecimiento y desarrollo económicos, basada en la apertura económica, el adelgazamiento del agonizante aparato paraestatal y burocrático y, sobre todo, la promoción de competencia efectiva en todos los mercados de la economía nacional.

 

Sin duda el mercado puede y hace una importante labor, pero no lo puede todo, de ahí que es necesaria la intervención regulatoria. ¿Hasta dónde hemos llegado en México? No se confundan, si bien hay muchos competidores, la mayor parte del mercado está concentrada en muy pocas manos.

 

La falta de acceso de millones de personas y empresas a tecnologías que son base del crecimiento, del desarrollo y del incremento en la participación de los ciudadanos, no sólo perjudica el bienestar social, sino que pone a México en una amplia desventaja en materia de competitividad y de acceso a contenidos.

 

Sin duda convendría hoy hacer un alto y reflexionar sobre las implicaciones de la competencia, ¿qué es en realidad un mercado competitivo?, ¿cuál es la regulación asequible? y ¿qué nos ha faltado para comenzar a gozar de los beneficios de éstos?

 

Es claro que el tema de la competencia en este sector es complejo y no existe un libro de texto acabado para su instrumentación. El grado de competencia depende de varios factores, como las características tecnológicas, de mercado, de sus elevadas economías de escala, y claro, del grado de captura regulatoria, jurídica y/o gubernamental de los regulados.

Con todo, es deber de la autoridad regulatoria fomentar la competencia en el sector impidiendo prácticas monopólicas que imposibiliten a los demás operadores ofrecer servicios de telecomunicaciones convergentes de calidad y, con ello, desincentiven al consumidor final de adquirir la conectividad tan necesaria para reducir la brecha digital frente a nuestros principales socios comerciales