Acapulco, Mayo 17.- Para los bancos el proceso electoral en puerta no afectará su actividad de ahorro y crédito.
Una buena noticia dado en entorno de incertidumbre global es que México no tiene ninguno de los desequilibrios que están poniendo en jaque a varias economías.
Me refiero a que existe equilibrio fiscal, la economía crece incluso más rápido de lo que se pensaba al iniciar el año, y se tiene como blindaje un monto histórico en las reservas internacionales en el banco central que alcanza los 155 mil millones de dólares, y que no existía en el pasado.
Como sabe, la parte toral de la 75 Convención Bancaria se centra en las participaciones de todos los presidenciables: Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri de la Torre.
Hace seis años no fue así, y se veía a López Obrador como una peligrosa incógnita.
Le puedo decir que a diferencia de lo que ha ocurrido en el pasado los banqueros no harán ningún pliego de peticiones a los candidatos a la Presidencia.
Por el contrario, el mensaje será que los bancos están en condiciones de elevar su crédito, y que su actividad es fundamental para elevar los niveles de vida de amplios segmentos de la población.
Como le digo, los banqueros consideran que quien gane las elecciones del 1 de julio no se ve como una amenaza a la estabilidad económica y financiera. Esperemos que sea así.
Pero las elecciones no deben verse como un mero trámite. Habrá que ver cual será la conformación del Congreso, para muchos el gran dique para avanzar en las tan traídas y llevadas reformas.
Los banqueros tienen un optimismo moderado en nuestra incipiente democracia, aunque también reconocen que el nuevo jefe del ejecutivo tendrá que destrabar muchos de los cambios estructurales que puedan posicionar mejor a México en la competencia de la globalización, y crecer de manera sostenida.
Por lo pronto, en el corto plazo la revisión en alza del PIB por parte de Banco de México de Agustín Carstens se ve como un escenario que podría generar mayor demanda de crédito en año de elecciones, y la expectativa del presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Jaime Ruiz Sacristán es de un repunte de 15 por ciento para el otorgamiento de nuevos préstamos en este año.
Esa derrama de crédito también responderá a la buena capitalización de las entidades que llega a 15.7 por ciento cuando el mínimo exigido por las autoridades es de 8 por ciento, y cuando las nuevas reglas de solvencia que exigirá Basilea III marcan un nivel de 10.5 por ciento que cumple con holgura el sistema de bancos que gozan de buena liquidez y morosidad manejable.
En otras palabras, la política no parece preocupar a los bancos.