Para algunos analistas las autoridades están poniendo muchas trabas a la competencia en telecomunicaciones.
Dicen que no hay fecha que no se cumpla, y ayer la Comisión Federal de Competencia (CFC) hizo pública su postura en torno a la compra del 50 por ciento del capital de Iusacell por parte Televisa en una operación que lleva varios meses analizándose y que implica capitalizar al operador de celulares con mil 600 millones de dólares.
Como se anticipaba el ente antimonopolios impuso condicionantes a dicha concentración que busca elevar la competencia en las telecomunicaciones donde tendrían alrededor de 4 por ciento del mercado, y donde se decidió imponer regulaciones adicionales a la parte de televisión que es un mercado paralelo a la operación.
El caso es que un documento de 600 páginas entregado a las empresas de Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Benjamín Salinas Pliego deberá ser revisado por sus respectivos departamentos jurídicos y responder en un plazo máximo de 5 días si están dispuestos a cumplir medidas que para muchos son onerosas.
De darse lo contrario, ambas empresas todavía tienen la posibilidad de ir a tribunales, ya que se están imponiendo condicionantes a negocios ajenos a la concentración en lo que se antoja en pleito largo de pronóstico reservado.
Y es que la CFC impuso candados en temas como discriminación en la venta de publicidad, ventas atadas, amen de tener un consejo de administración en Iusacell ajeno a las televisoras.
Añada una condicionante que no es menor y es la cláusula que obliga a Televisa y TV Azteca a no oponerse de manera directa ó bien via terceros a la creación de una tercera cadena de televisión que estaría en ciernes, en el entendido que si en un plazo de 24 meses no se da tal licitación se tendría que dar marcha atrás a la fusión.
Para varios especialistas la CFC no estuvo ajena al tema político y se enganchó al tema de las televisoras y su influencia minimizando la importancia que tendría en el mercado una mayor competencia en las telecomunicaciones.
De ahí que las trabas a la concentración Televisa-Iusacell no es ajena al anuncio hecho en la víspera por parte de Iusacell y Movistar para unir sus respectivas redes para tratar de mejorar su operación y hacer más eficientes sus nuevas inversiones, en especial en el rubro de fibra óptica.
Como sea, la aprobación con candados a la fusión Televisa-Iusacell es una noticia positiva, y como dicen que el diablo esta en los detalles, la próxima semana se conocerá si ambas empresas están dispuestas a pagar el precio por su interés de participar juntas en el negocio de las telecomunicaciones.