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Recsa, por transparentar gasto en infraestructura

Tiempo de lectura: 2 minutos

recsaEl sector de la construcción suele ser un termómetro de la salud de la economía, pero también de hacia dónde se dirige el gasto público.

Resulta una tragedia para un país como México que en esta administración se hayan quedado en el papel obras de infraestructura relevantes como Punta Colonet, la terminal portuaria de Tuxpan, y si me apura, la edificación de un nuevo aeropuerto para la ciudad de México, por mencionar algunas licitaciones.

Se trata de proyectos que no salvaron al burocratismo ó que de plano no tuvieron voluntad política para licitarse, pero también valdría la pena conocer qué obras pudieron arrancar, cuánto costarán, a qué empresas fueron asignadas, y por supuesto, en que momento estarán terminadas esas obras.

A partir de esa inquietud fíjese que Regiomontanos de Construcción y Servicios (Recsa) que tiene como mandamás a Humberto Armenta a fines de este mes dará a conocer un reporte pormenorizado de lo que ha pasado en el pasado reciente en la industria de la construcción.

Armenta hace algunos años ocupó la presidencia de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y con el documento que le comento busca contribuir a la toma de decisiones en un sector que tiene influencia en 37 ramas industriales.

Y bueno, el documento también tiene como foco la transparencia, y llegará en buen momento ante el cambio de gobierno a nivel federal pues es un lugar común que cada sexenio tiene sus favoritos en materia de obra pública.

El llamado Reporte Recsa será un esfuerzo del sector privado para transparentar el gasto público en infraestructura que cada año implica dirigir recursos entre 200 y 300 mil millones de pesos, en el que muchas ocasiones se sabe cuando inicia una obra, y otras cuándo se termina y a qué costos.

La idea es que el Reporte Recsa revele cifras mensualmente y permita aglutinar información que esta dispersa en diversas fuentes como puede ser SCT, Función Pública, IFAI e INEGI entre otras, pero también la actividad de la construcción que realizan los estados que también gastan en infraestructura carretera e hidráulica.

Otro aspecto importante del Reporte Recsa es que busca tener cifras pormenorizadas de los proyectos público-privados que se considera que en el mediano plazo tendrán un peso específico alto en el gasto público en proporciones similares a lo que representa hoy el pago de nómina a maestros y médicos, lo que servirá para medir con mayor eficiencia el gasto en infraestructura.

El documento en cuestión también revelará las empresas que ganan los contratos más importantes, los costos de la obra proyectados y los tiempos de entrega en el entendido, lo que de paso permitirá conocer la incursión de firmas del exterior.

Para Armenta el reporte podría servir para evitar la corrupción, pero también serviría de barrera de entrada y elevar el contenido local de muchos proyectos, lo que beneficiaría básicamente a las constructoras medianas.

En fin, el esfuerzo de Recsa es loable y contribuirá a que el mercado y sobre todo la opinión pública tengan una fuente confiable para medir como se ejerce una parte importante del gasto público.