Aunque recién inicia la sucesión en el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) comienzan a generarse un consenso.
Uno de los organismos cúpula que en los últimos años ha ganado notoriedad es el CNA, lo que se debe en buena medida a la importancia que tiene la producción de alimentos, máxime que el déficit en la materia el año pasado alcanzó 4 mil 661 millones de dólares.
Añada que el CNA ha sido un jugador relevante en las recientes negociaciones comerciales con Colombia y Perú donde se han defendido los derechos de productores en un papel que asumió con gran responsabilidad Juan Carlos Cortés, y que incomodó en su momento a la secretaría de Economía de Bruno Ferrari quien de plano buscó utilizar al sector agropecuario como letra de cambio en acuerdos que pretendían beneficiar a las manufacturas.
Pues bien, la contienda por la presidencia del CNA tiene a dos aspirantes: Benjamín Grayeb Ruiz y Alvaro Ley, siendo el primero el que más preferencias suma al interior de ese organismo.
Grayeb actualmente es vicepresidente de Comercio Exterior del CNA y trabajó de cerca con Cortés en el diseño de un extenso documento de propuestas puntuales para reactivar al campo y que fue presentado a los presidenciables.
Al respecto habrá que decir que el único candidato que asumió con interés el tema del campo y manifestó que está dispuesto a tomar en cuenta los planteamientos del CNA es Enrique Peña Nieto, el candidato triunfador en las elecciones, lo que se ve como una buena noticia para un sector que aporta poco más del 4 por ciento del PIB y del que dependen directamente 25 millones de mexicanos.
Entre las propuestas del CNA esta la aprobación de presupuestos multianuales para el campo, así como la canalización de apoyos vía el Procampo en función de los resultados, y no a fondo perdido.
Añada la obtención de un régimen diferenciado para el campo, tal y como ocurre con la mayoría de los países de la OCDE, así como una transformación de la Conagua para aprovechar mejor los recursos hídricos.
Se trata de propuestas que de lograrse en el sexenio en puerta podrían incrementar la productividad del campo, de ahí que se vea en Grayeb a un representante que podría apoyar la búsqueda de consensos en el entendido que el CNA ha logrado cerrar filas con organizaciones como la CNC, la CNOG, AMSDA y el CNPR.
Pero como le digo, Grayeb se ve como un interlocutor fuera de intereses ajenos al campo, y ha demostrado que puede organizar a los productores por su historial de éxito en el negocio del aguacate que ya representa un negocio de más de mil millones de dólares y donde el 40 por ciento se exporta cuando hace años solo se enviaba al exterior el 8 por ciento.
Grayeb además ha iniciado una gira nacional para sensibilizar a los miembros del CNA que el campo puede ser uno de los motores de la economía algo que han entendido productores pequeños y medianos, pero también empresas de la talla de Maseca, Nestle, Coca-Cola, Monsanto y Cargill.
La sucesión en el CNA se conocerá entre octubre y noviembre próximos, es decir habrá humo blanco en la víspera del nuevo gobierno federal.