Aunque de forma modesta las revisiones salariales comienzan a ganar algún terreno a la inflación.
De forma puntual la secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) al mando de Rosalinda Vélez Juárez dio a conocer sus estadísticas sobre revisiones salariales al mes de agosto donde sorprendió a propios y extraños una variación de 5 por ciento.
Aún cuando la cifra publicada resultó en línea con las estimaciones de algunos analistas habrá que decir que resultó muy por encima del promedio de 4.4 por ciento observado en los siete meses anteriores.
El dato rebasa a la inflación anualizada hasta ese mes que de acuerdo al INEGI que preside Eduardo Sojo Garza Aldape alcanzó 4.57 por ciento, que no es para brincar de gusto, ya que esta muy lejos de 3 por ciento al que aspira llegar en banco central.
De ahí que el promedio de las revisiones salarial de agosto no gustó mucho al Banco de México de Agustín Carstens que como sabe tiene el mandato constitucional de preservar el valor de la moneda, pero también habrá que reconocer las presiones de algunos sindicatos para alcanzar negociaciones más favorables al trabajador.
Para los analistas de Banorte-Ixe el brinco dado por los salarios no debe preocupar ya que en lo que va del año las revisiones han sido más cercanas al 4 por ciento.
Empero, ha habido negociaciones muy por arriba, una de ellas la lograda por la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) -con más de un 1.2 millones de trabajadores afiliados- negociaron un incremento salarial de 5.75 para la burocracia.
Empero, también habrá que reconocer que en el sexenio que agoniza el gobierno federal implementó una serie de medidas de austeridad que se tradujeron en cierto rezago en las negociaciones salariales para los trabajadores del Estado.
Otra negociación interesante es la que han logrado los sindicatos mineros donde consiguieron un alza salarial de 8 por ciento que va en línea con los precios de las materias primas, mientras que los trabajadores de Volkswagen lograron un incremento de 6 por ciento que tampoco pinta mal.
Pero como le digo, esas revisiones no son para todos.
Y es que el salario medio de cotización de los trabajadores del IMSS –el cual es considerado como una medida salarial más amplia- ha promediado un alza nominal de sólo 4.3 por ciento.
De igual forma, el reporte de negociaciones salariales elaboradas por la STPS sólo incluye a 3 millones de trabajadores, mientras que la métrica salarial utilizada por el IMSS abarca a más de 15 millones de trabajadores.
En fin, aunque la historia ha demostrado que la carrera entre precios y salarios siempre la gana la primera queda claro que la construcción de un mercado interno más vigoroso requiere de uncrecimiento sostenido de la masa salarial lo cual solo se puede lograr con más empleo ó bien logrando revisiones a los salarios por arriba de la inflación que sólo se justifican a partir de la productividad que logran las empresas.