Los días de vivir entre las marañas de cables en la oficina han quedado atrás. Hoy, las soluciones inalámbricas ganan posiciones a pasos agigantados, los precios son cada día más accesibles y los mitos referentes a su inseguridad están siendo derribados. Al día de hoy, las redes inalámbricas son una alternativa viable que presenta diferentes ventajas sobre las conexiones de par trenzado en cobre, éstas son fáciles de instalar, permiten que el personal dentro de la empresa pueda desplazarse sin tener que estar atados a un cable en un lugar fijo y, como tercer punto, su costo.
La tecnología inalámbrica desempeña un papel importante en las comunicaciones de la organización, teniendo en cuenta la visión de la propia PyME, que requiere mantener conectados a los usuarios que usan la movilidad y que al mismo tiempo carecen de los medios y la infraestructura de los grandes corporativos, con los cuales deben competir, de poder a poder, en el mercado.
Es así que la tendencia hacia la instalación de redes inalámbricas, se asienta por ser una alternativa fácil, ya que se eliminan la mayoría de los cables de la infraestructura, asimismo permite que los usuarios y equipos se conecten a través de un router inalámbrico y/o access point. Además, dependiendo de las necesidades de cada empresa, permite a un usuario instalar por sí mismo el dispositivo sin necesidad de contratar los servicios de un tercero.
La movilidad de forma inalámbrica tiene beneficios, la sencillez de su instalación y la flexibilidad para la ubicación de equipos y personal al interior de la organización, resulta menos oneroso pues no se deben romper paredes o adecuar espacios para la ubicación del personal. Así, la tecnología inalámbrica permite reducir costos de operación, mantenimiento y escalabilidad modular de la red sin necesidad de hacer grandes inversiones.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, solamente alrededor de 30% de las PyMEs cuentan con soluciones que mejoran su productividad, lo cual se ve acotado por las condiciones tomadas en cuenta en el momento de hacer una inversión en el rubro tecnológico: costos, adaptabilidad de los usuarios, seguridad y confianza en la tecnología que será desplegada. De esta manera es que los presupuestos, bastante exprimidos, son esenciales en los planes de cualquier PyME, forzándoles a ser muy selectivas a la hora de tomar una decisión sobre la tecnología que implementarán.
En este tenor, la PyME mexicana se asegura de que la tecnología responda y entregue las promesas que creó al ser contratada. Así, la inversión de una solución tecnológica va de la mano y sigue muy de cerca la capacidad para cumplir con las necesidades y requerimientos del negocio, donde la interacción cliente – proveedor a través de internet es vital.
Con base en lo dicho, la PyME debe cumplir con los siguientes objetivos al momento de invertir en una solución tecnológica:
– Contar con un socio de Tecnologías de la Información
– Simplificación de procesos
– Compartición de recursos
– Incremento de la comunicación al interior y exterior de la empresa
– Facilidad de instalación, configuración y uso, en caso de no contar con el personal técnico y/o amigable para el personal de sistemas
– Reducción de costos, ya que cuenta con presupuestos disminuidos
Es así que en el complejo escenario económico que se ha experimentado en los últimos años en todo el mundo, ha provocado que las organizaciones reduzcan su inversión. Sin embargo, ahora más que nunca, las PyMEs deben mantenerse competitivas con alternativas que les permitan reducir costos, ser más flexibles y volverse más eficientes. Las compañías necesitan adoptar soluciones hoy, que les permitan tomar medidas para cualquier escenario y que les permita prosperar en un ambiente económico cada día más variable e impredecible.