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Madruguete de Economía a productores de aceites

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aceiteUna de las críticas al gobierno federal que está por concluir es la falta de coordinación entre dependencias.


A casi mes y medio que concluya la administración de Felipe Calderón Hinojosa ha sorprendido a propios y extraños que varias dependencias tengan auténtica apuración por liberar expedientes que debería revisar el gobierno de Enrique Peña Nieto.


Una perla japonesa es la sorpresiva desgravación a la importación de aceites por parte de la secretaría de Economía al mando de Bruno Ferrari García de Alba que amenaza con desaparecer a un sector que ha apostado por la modernización de las agroindustrias y que tiene el 3 por ciento del PIB de Alimentos, Bebidas y Tabaco, de acuerdo a las cifras más recientes del INEGI.


La desgravación en cuestión adelanta un acuerdo que debería revisarse hasta el 2013, entiéndase hasta el próximo gobierno, y que significa abrir nuestra frontera con arancel cero a países como Malasia, Indonesia, Argentina, Brasil y Rusia.


Y bueno, la apertura que le comento que dejará libre de arancel dichas importaciones echa por tierra los logros alcanzados en la producción de cártamo, soya y otros frutos oleaginosos como la palma que ha impulsado en estos años con cuantiosos recursos la Sagarpa de Francisco Mayorga Castañeda.


Como imaginará existe autentico malestar entre los productores  que aglutina la Asociación Nacional de Industriales de Aceites y Mantecas Comestibles (ANIAME) que dirige Guillermo Ibarra ya que en los últimos cinco años han comprometido inversiones por más de 3 mil millones de pesos no sólo en la modernización de sus plantas sino en aportar recursos al campo en contratos que garantizan la compra del producto.


El acuerdo que le menciono y que de manera unilateral ha decidido romper la economía se deriva a partir de la fuerte subida de precios de materias primas que se dio en 2008 y que impacto en los precios de los aceites.


Empero, los industriales se comprometieron a elevar sus inversiones para disminuir la dependencias de oleaginosas del exterior, compromiso que se cumplió con creces, pero que desestima el actual gobierno que está más interesado en entregar mercados previo a la negociación del Acuerdo de Asociación Trans-Pacífico que ha puesto a temblar a más de un industrial.


Como le digo, sin decir agua va se anuncia una baja en aranceles que lleva al caño el Convenio de Colaboración para el Desarrollo Sustentable a Nivel Regional en Materia de Productos Oleaginosos suscrito en mayo de 2011 por las secretarias de Economía y Agricultura, lo que también ha causado sorpresa en la última dependencia.


Por el lado de los industriales existe enojo pues en un plazo récord de 15 meses completaron un esfuerzo titánico para fomentar la producción de aceites que, dicho sea de paso, no son más caros que los que se pueden comprar en Estados Unidos, sustituir las importaciones de semillas oleaginosas y evitar el incremento de precios en forma que afectaran a los mexicanos.


Por lo pronto, el 5 de septiembre pasado la Secretaría de Economía publicó en el DOF un decreto que modifica la Tarifa de Ley de Impuestos Generales de Importación y de Exportación y el Decreto por el que se establecen diversos Programas de Promoción Sectorial, en el cual se anuncia la reducción de aranceles a la importación de aceites vegetales comestibles.


El decreto que le comento fijó aranceles de 5 y 3%, exentos a aceites de soya, palma, girasol, cártamo, coco y almendra de palma, los cuales se ubicaban en un rango de entre 5 y 10%.


Esta reducción pone en grave riesgo la cadena productiva, iniciando por los productores de oleaginosas y los industriales, así como también afectar el mercado ante el consumidor ya que se llevará a cero en 2013.


La postura de los industriales de ANIAME es que las empresas cumplieron el acuerdo referido y no entienden el rompimiento anunciado por Economía de forma unilateral, sin tener información precisa y con intereses francamente poco claros.