El gobierno de Enrique Peña Nieto logra su primer paso en el ámbito político al suscribir el Pacto por México.
Sin duda una de las críticas a nuestra incipiente democracia ha sido la mezquindad de nuestra clase política.
No es nuevo que ante un afán excesivo de pragmatismo exista una visión muy corta sobre los grandes problemas que encara México y se hace hasta lo imposible para que le vaya mal al triunfador de una elección constitucional.
La madurez política implica reconocer los triunfos de otros, de ahí que se vea como un gran avance de Enrique Peña Nieto lograr que las fuerzas políticas más influyentes (PRI, PAN y PRD) hayan suscrito el Acuerdo por México.
El documento firmado ayer en uno de los primeros actos públicos de Peña Nieto envía la señal que el nuevo gobierno federal hará hasta lo imposible por destrabar las tan traídas y llevadas reformas estructurales.
La nueva administración deberá ser capaz de lograr la aprobación de una reforma fiscal, una de seguridad social y energética que permitan llevar al PIB del 3 por ciento observado en los últimos años a crecimientos arriba de 5 por ciento de forma sostenida que permitan elevar la competitividad de la economía, pero también hacer frente a pobreza.
El tema de las reformas no ha sido sencillo para los últimos gobiernos, por el costo político que podrían acarrear, pero ahí que el gabinete del presidente príísta haya dado énfasis a la experiencia en la negociación.
El equipo de Peña Nieto brinda una combinación de habilidad técnica de alto nivel, con maniobrabilidad y experiencia política, lo que se ve como una buena mezcla para lograr la aprobación de reformas estructurales que se ven urgentes ante un escenario económico global que sigue incierto y que exige atraer nuevos flujos de inversión y encender los motores de demanda interna.
Y bueno, luego del primer paso en lo político el siguiente paso será la negociación de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para 2013, documentos que deberán estar en San Lázaro el 15 de diciembre próximo y que enviarás las primeras señales de cómo se pasará de las promesas a la realidad, en especifico en compromisos muy concretos como son la Cruzada Nacional contra el Hambre, dar un seguro de vida a jefas de familia y garantizar una pensión a las personas mayores de 65 años en un afán de continuar con la cobertura universal que se ha intentado en educación y salud.
De ahí que el nuevo secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso deberá actuar rápido ante los legisladores, aunque los avances más significativos difícilmente se materializarán en el corto plazo sobre todo porque existe el compromiso de tener un déficit fiscal cero en el primer año de gobierno.
En otras palabras, el PRI no regresará a los excesos del pasado gastando lo que no se tiene.
En fin, el gran desafió de nuestra democracia es lograr avances para la sociedad evitando la denostación a los gobernantes de otros partidos, ojalá que la administración que inicia Peña Nieto consiga romper con los mitos y paradigmas del pasado, como el mismo lo expresó al tomar posesión como Presidente de la República.