Ha sorprendido la rapidez con que el PRI ha retomado el poder con acuerdos políticos y decisiones que no se veían desde hace mucho.
Después de doce años de gobiernos del PAN que en momentos tuvieron gran improvisación, y en otros una enorme falta de oficio, ahora en poco más de un mes es evidente que la gestión de Enrique Peña Nieto sabe qué hacer con el poder, y sobre todo, cómo dialogar con las distintas fuerzas políticas y los llamados poderes fácticos.
La firma del Pacto por México y la Reforma Educativa han dado cuenta de ello, por lo que existe expectación en el tratamiento que se dará a temas como el fiscal, el energético y por supuesto en las telecomunicaciones al iniciar 2013.
Pues bien, un rubro que no es menor y que interesa al sector privado es qué hará la secretaría de Economía de Ildefonso Guajardo para generar una política arancelaria que mantenga la competitividad del país, pero al mismo tiempo ofrezca garantías a los industriales mexicanos.
Para muestra habrá que reparar en el crecimiento acelerado en la importación de productos laminados de acero, buena parte de ellos en condiciones de comercio desleal y/o ilegal que están causando una severo daño a la industria siderúrgica nacional, a decir de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) que preside Alonso Ancira Elizondo.
Y es que en los dos sexenios panistas hubo titubeo en adoptar medidas de salvaguarda, bajo la máxima de candil de la calle oscuridad de la casa al dar un trato preferente a las firmas del exterior.
Para Canacero la actual situación encamina al sector acerero a disminuir sus ritmos de producción y posponer programas de inversión, con el consecuente impacto negativo en la plantilla laboral.
En cifras concretas, la importación de laminados a noviembre registró un nivel de 5.5 millones de toneladas para un crecimiento del 29 por ciento contra el mismo período del año pasado. Los productos derivados registraron 2 millones de toneladas para una tasa de crecimiento del 30 por ciento.
Entre los productos más afectados destacan la placa, con un crecimiento acumulado en las importaciones a noviembre pasado de 32 por ciento, la lámina caliente de 46 por ciento, el alambrón de 59 por ciento, la varilla de 314 por ciento, la lámina galvanizada de 45 por ciento y la tubería con costura de 46 por ciento.
Según Ancira Elizondo un volumen considerable del total importado proviene de países con quien México no tiene tratados de libre comercio que se caracterizan por prácticas de comercio desleal como son China, Rusia, Ucrania-, entre otros.
Y bueno, la mala noticia es que análisis de mercado reflejan que el problema de las importaciones tenderá a agravarse en los próximos meses, dada la detección de nuevos embarques destinados al mercado mexicano., provenientes principalmente de Ucrania y China, en volúmenes que superan sus niveles históricos.
Añada la existencia de subsidios y efectos dumping, los introductores de esos aceros utilizan prácticas como la de falsear o variar sus características para evadir el pago de cuotas antidumping que existen en varios productos siderúrgicos, aspectos que deberán ser tomadas en cuenta por la secretaría de Economía donde su titular conoce bien el tema.
Ildefonso Guajardo no es ajeno tampoco a la negociación con el poder legislativo de ser necesario un replanteamiento de nuestra política comercial con todo y el interés de ampliar la apertura con regiones como la Asia-Pacífico.
Como le digo, el escenario externo no se presenta favorable ya que Ucrania, China, Rusia, Turquía, Corea del Sur e India tienen una sobre-capacidad en sus respectivas industrias siderúrgicas y de paso reciben apoyos de sus gobiernos que se han traducido en prácticas desleales de comercio que fueron minimizadas en la pasada administración.