La semana del 1 de abril es muy importante para Nestlé debido a que la Comisión Federal de Competencia (COFECO), bajo el mando de Eduardo Pérez Motta,emitirá la resolución sobre el recurso de reconsideración que interpuso la empresa de origen suizo para que se aceptará la adquisición de la línea de negocio de nutrición de Pfizer, que dirige Aldo Rees. Analistas dan por hecho que no se aceptará esta concentración porque impone riesgos reales y considerables a la competencia y libre concurrencia, mismo argumento que utilizó la COFECO en una primera instancia cuando prohibió esta operación. Y no solo ello, sino que incluso afirmó que de aceptarse esta maniobra la firma de Marcelo Melchior podría incrementar sus precios hasta en un 11.5%. Habrá de recordar que esta es una transacción de 12 mil millones de dólares que es parte de una operación internacional entre ambas compañías, por ello en los países que se ha aceptado esta adquisición se han impuesto condicionantes por el peligro eminente que representa que una sola compañía domine un mercado y quienes se verían mayormente afectados son los consumidores, especialmente mujeres, que tengan hijos entre 0 a 36 meses de nacidos. Pero hay un problema mayor en México, porque Nestlé domina el sector de fórmulas infantiles con un 51% de participación y de aceptarse la concentración pasaría a tener el 69% de la industria y más del 80% de la producción total del país, lo cual es alarmante porque en las otras naciones no había hegemonía absoluta de una firma y aún así se le impusieron fuertes candados a la compra.
El mercado de fórmulas infantiles tiene un crecimiento anual del 13 por ciento y por ello la empresa de Melchior ha hecho una fuerte apuesta a base de dinero por tener el monopolio de esta industria que provee de grandes utilidades a las compañías. En estos días se tendrá que seguir con lupa la decisión de los 5 comisionados del pleno de la COFECO para ver si ratifican su decisión de no permitir la adquisición o en caso de que la permitir tendrían que justificar el cambio de decisión porque no solo están los intereses de las firmas ya mencionadas y de sus competidores, sino de los consumidores, mayoritariamente las madres de escasos recursos, que son quienes resentirían más una mala decisión.