Para buena parte del sector privado las acciones tomadas por el nuevo gobierno tendrán impacto positivo en la economía.
Fíjese que esta semana está por salir la octava edición del documento Perspectivas de la Alta Dirección en México 2013, una investigación que realiza la consultora KPMG y que en esta ocasión recogió la opinión de 600 hombres de negocios, básicamente presidentes y directores generales.
Se trata de una investigación que en los últimos años ha sido un indicador confiable de cómo ven las cosas los estrategas de empresas y que tiene un amplio espectro ya que entre los encuestados figura la alta gerencia de firmas financieras, constructoras, gigantes del comercio detallista, armadoras de automóviles, transportistas y empresas de telecomunicaciones, entre otros nichos.
La investigación está a cargo de Roberto Cabrera, socios a cargo de Industria y Mercado de KPMG que en estos años ha conseguido que más empresas participen en una encuesta que en esta ocasión se levantó entre diciembre y enero.
Pues bien, el sentir de la investigación que le comento revela la llegada del nuevo gobierno será positiva para las empresas y la productividad.
Y es que 40 por ciento de los encuestados por KPMG dijeron que se acelerará la agenda legislativa para empujar las reformas estructurales prometidas, 26 por ciento anticipa un aumento en el consumo interno y 22 por ciento espera un incremento sustancial en la inversión extranjera directa desde el primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto.
En ese sentido ha ganado credibilidad en el empresariado el Pacto por México que ha permitido por vez primera en muchos años que los partidos políticos se sienten a negociar y ha enviado la señal que ayudará a minimizar un ambiente de confrontación en el Congreso.
Los empresarios encuestados por KPMG dan prioridad a las reformas fiscal y energética que como sabe van hasta la segunda parte del año.
A partir de ese ambiente de optimismo la mayor parte de los empresarios considera que los riesgos de una recesión a causa de factores externos es menor en estos momentos.
En esta ocasión sólo el 22 por ciento de los encuestados considera que puede sobrevenir una recesión, mientras que el 78 por ciento no piensa así, lo que contrasta con los números obtenidos en 2012 cuando el 40 por ciento veía riesgos recesivos y 60 por ciento no.
Es decir, existe la creencia que México ha entrado en una etapa de crecimiento que podría ser mayor de avanzar las reformas en el Congreso.
