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El derroche de Mexicana de Aviación

Tiempo de lectura: 3 minutos

mexicana octCuando ronda el fantasma de la quiebra sobre Mexicana de Aviación llega el momento de pedir cuentas.


Sin duda la crisis de la otrora aerolínea emblemática de México ha dejado muchos interrogantes ya que la destrucción de una empresa debe tener responsables que quizá el poder judicial podrá determinar.


Cuando una empresa quebrada, como es el caso de Mexicana de Aviación, manda la solución de sus problemas a un futuro remoto, no sólo pierden los accionistas, sino también y principalmente los acreedores.


Definitivamente se tendrá que revisar cómo entregó Gastón Azcárraga Andrade la alicaída aerolínea a Jorge Gastelum, y cómo después la pasada administración el gobierno federal se hizo de la vista gorda. 


Y es que en el momento de caer en mora Mexicana de Aviación tenía activos de todo tipo, pero si en lugar de repartirlos equitativamente entre sus acreedores los administradores los usan para sus gastos, a la larga no queda nada para repartir. 


Ahora que la juez Edith Alarcón determine el derrotero de Mexicana de Aviación lo que habrá que analizar es cómo se gastaron los recursos la administración  de Gerardo Badín, quien en más de dos años manejó los activos de la empresa con gran opacidad.


Para muchos los gastos de Badín fueron muy altos e irracionales. Dilapidó el dinero de la empresa en asesorías, mantenimiento de infraestructura, servicios de aeropuertos en el extranjero cuando no volaban los aviones, y en todo tipo de derroches inútiles en contra de los intereses de los acreedores y, en especial, de los trabajadores.


Badín no pudo gastar más dinero porque todo lo que quedaba en activos se los acabó, y como le digo no ha rendido cuentas a las autoridades con la idea que había que manejar en total secrecía la compañía para no ahuyentar a los supuestos inversionistas serios interesados en el rescate de la aerolínea que como sabe nunca llegaron.


Un caso concreto es el gasto que realizó Badin el mes pasado fue pagarle un millón y medio de pesos a algunos aeropuertos de Estados Unidos por derecho de piso ¿para qué? Para tratar de asegurar el espacio si algún avión de Mexicana volviera a tomar esas rutas.


Así fue como mes con mes pagó parte de los servicios no utilizados en los aeropuertos estadounidenses, pagos que son contrarios a los no pocos acreedores que tiene Mexicana de Aviación, incluyendo al gobierno y a los trabajadores.


Todavía a estas alturas, Badín insiste ante la juez del proceso consursal que hay posibilidades de que algún grupo compre la aerolínea.


Por lo pronto no hay duda que en la cada vez más probable quiebra de Mexicana muchos son los perjudicados, pero dónde están los responsables, es pregunta.



Sindicatos quieren la marca


En más de lo mismo, le comento que amablemente el secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida me escribe para hacer algunas puntualizaciones sobre el caso Mexicana de Aviación, en especial cuando los sindicatos están haciendo cuentas alegres.


Con respecto a la reunión con los líderes sindicales Carlos Díaz Chávez Morineau de ASPA y Ricardo del Valle Solares de ASSA indica que nunca ofreció que los trabajadores se quedaran con activos de la aerolínea para que siguiera trabajando, porque a la fecha se desconoce el valor de los mismos.


Y añade: “Los líderes sindicales entregaron un proyecto donde estaría en su interés poder quedarse con la marca y algunos aviones que fueron garantía de un crédito de Bancomext.


Ante el planteamiento Navarrete Prida les contestó que el gobierno recibe el proyecto para ver su viabilidad, pero jamás se les hizo la promesa que esa sería la salida para Mexicana de Aviación.


En fin, queda claro que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto si bien se ha comprometido a acompañar a los trabajadores de Mexicana en estos momentos por demás complicados, actuará con responsabilidad.