Aunque los especialistas consideran que las condiciones locales y globales siguen apoyando a la divisa mexicana, ésta continuará fortaleciéndose a un ritmo más moderado e incluso podría sufrir correcciones temporales si se suman nuevas noticias sobre un menor ritmo de crecimiento de la economía internacional, o bien se intensifica la crisis en la Eurozona.
La semana pasada, el USD/MXN rompió el piso de 12.00 pesos por dólar por primera vez desde agosto de 2011, luego de que la agencia Fitch elevara la calificación de la deuda mexicana, aunque la finalizó con en 12.10 pesos por dólar, tras el desfavorable dato de la producción industrial local.
Los siguientes días se espera que el peso mexicano mantenga la volatilidad ante importantes referencias en los Estados Unidos que se conocerán esta semana.
En el futuro más cercano uno de los factores que mayor presión ejercerá sobre la moneda azteca es la expectativa de que el Banco de México baje la tasa de referencia en 50 puntos base (pb) en la junta del próximo 12 de julio. El mercado descuenta actualmente un 100% de una posible baja de 25 puntos base en la tasa de referencia de Banxico en la segunda mitad del año.
Por el momento, tanto el reporte trimestral de inflación (publicado el pasado miércoles) como las minutas de Banxico (conocidas el viernes) mostraron un tono bastante pro-inflacionario por parte de la Junta de Gobierno del banco central local. Adicionalmente, un factor que podría incidir sobre la decisión del Banxico es la postura monetaria de otros bancos centrales, lo que hace pensar que estará inclinado por recortar su tasa de referencia.
Este martes el peso frente al dólar se ha debilita hasta los 12.16, luego de que varias corredurías mostraran su preocupación entorno al crecimiento esperado de China, aunque en estos momentos se presenta cierto regreso.