Con dos controversias constitucionales y siete amparos en distintos juzgados la guerra del Agua en Sonora sigue sin definiciones.
Fíjese que ayer estuvieron en la capital representantes de los agricultores e indígenas del Valle del Yaqui para reunirse con diputados toda vez que la construcción del Acueducto Independencia que llevaría agua de esa zona a Hermosillo en lo que podría significar el inicio de un ecocídio.
El tema de ha ventilado en diversas instancias y no solo en las judiciales y aún la Conagua de David Korenfeld no ha realizado un pronunciamiento técnico sobre esa obra que quitará agua para la siembra de trigo para soportar el crecimiento urbano de la capital sonorense.
En la reunión que le comento estuvieron Juan Leyva Mendivil, presidente de la Sociedad de Usuarios del Distrito de Riego No. 41 del Valle del Yaqui; Ricardo Valenzuela Liera, abogado de los Productores Agrícolas del Valle del Yaqui; Humberto Borbón Valencia, gerente de Operación Distrito de Riego del Río Yaqui y representando a la Tribu Yaqui, Tomás Rojo Valencia y Mario Luna Romero.
El problema dato de hace tres años cuando el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elias desechó otras alternativas para llevar agua a Hermosillo y optó por una obra que ha sido severamente cuestionado, pero peor aún, que ha continuado a pesar sendos fallos judiciales que han determinado frenar la construcción del acueducto en cuestión.
Ahora los indios yaquis están optando por buscar la intermediación de los legisladores ya que está en juego preservación de una amplia zona agrícola que requiere del vital líquido para seguir produciendo alimentos.
La postura de esos productores del campo es que su voz no ha sido escuchada por las autoridades en momentos en que el stress hídrico en varias regiones del país se agudiza y zonas como el Valle del Yaqui podrían tener un gran impacto ecológico que daría lugar a un grave empobrecimiento de miles de productores.