– Las perlas de la corrupción
– GDF: transparencia y buenas intenciones
Será hasta agosto cuando entre en vigor la nueva Ley antilavado de dinero una vez que se publique en el Diario Oficial de la Federación el reglamento de la misma. No se puede negar que, en la parte legal, será un gran paso para ahora sí pegarle a la delincuencia –tanto de cuello blanco como de playeras polo- en donde más le duele, que es el bloqueo e impedimento de que adquieran propiedades y bienes para su disfrute.
Es de conocimiento público que será obligatorio para toda empresa, financiera o no, reportar a las autoridades hacendarias todas las operaciones de compra venta en efectivo de inmuebles, aviones, barcos, lanchas, automóviles, joyas, pagos con tarjetas de crédito y monederos electrónicos en cantidades importantes, a efecto de investigar que no representen el lavado de dinero de delincuentes y corruptos.
Sin embargo, esperemos que ahora sí haya un control eficiente en los bancos del país, pues se supone que desde hace años cuentan y operan sistemas de alertas y reportan cualquier operación sospechosa, y escándalo tras escándalo de corrupción nos damos cuenta que no se ha actuado a tiempo para impedir la sangría de los recursos públicos.
Perlas de corrupción
Y para ilustrar el tema tenemos dos “perlas”: una del caso Granier en el que funcionarios de finanzas del gobierno de Tabasco, traspasaban con singular alegría cantidades que sumaban cientos de millones de pesos entre 117 cuentas bancarias correspondientes a los programas federales, estatales y municipales, a un cuenta “concentradora” de BBVA Bancomer.
Entre 2010 y 2012, las 117 cuentas bancarias de los programas sociales recibieron fondos por más de 7 mil 402 millones de pesos, monto que fue transferido a la cuenta del banco español, y que posteriormente fue reintegrado a las cuentas originales, pero con un faltante de 989 millones de pesos.
Esta “perla” corresponde a un gobierno priísta, pero los panistas no se quedan atrás en el tema de la corrupción, pues tenemos, entre muchos otros, el caso del ex gobernador de Aguascalientes Luis Armando Femat, que incluso utilizó a su hijo para sus “enjuagues” financieros. En la información que ha trascendido, se indica que el vástago de apenas 26 años, recibía depósitos en un día por más de 14 millones de pesos en su cuenta de Banorte.
Apenas el lunes nos enteramos de las propiedades y negocios de esa “bonita” familia en México y Estados Unidos, generados en la administración del ex gobernador y que necesariamente tuvieron que haber utilizado al sistema financiero nacional e internacional.
El cuestionamiento es cuántas “operaciones” como estas se están realizando o se han realizado en éste y los gobiernos pasados y que no hemos tenido la “suerte” de enterarnos. Ojalá y la nueva Ley Antilavado y su aplicación en los bancos, permita prevenir esos grandes y graves desfalcos además de desalentar el arribo de verdaderos pillos y depredadores sociales a la política y la administración pública.
GDF, transparencia y buenas intenciones
El pasado lunes el Gobierno del Distrito Federal puso en marcha el portal licitaciontransparente.df.gob.mx, el cual fue lanzado con bombo y platillo por el titular del GDF, Miguel Angel Mancera Espinosa, quien según su dicho, ese instrumento virtual permitirá garantizar una gestión más eficiente en las licitaciones que realiza la administración local.
Para nadie es un secreto que las licitaciones desde tiempos históricos se manejan con absoluta discrecionalidad, que no discreción, pues los contratos para la adquisición de bienes y servicios o la realización de obras, se asignan a puros “cuates”.
En el caso particular del DF viene a la mente, a propósito del desfalco en Tabasco, que durante las administraciones perredistas los escándalos han estado también a la orden. Baste recordar que las empresas de Carlos Ahumada Kurtz, empresario argentino, presidente del célebre Grupo Quart, ligado sentimental y políticamente con Rosario Robles, actual secretaría de Desarrollo Social del gobierno federal, comenzaron a destacarse en la adquisición de contratos en 1998 y tuvieron su esplendor en la época en la que Robles Berlanga estuvo al frente de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Al menos 12 empresas relacionadas directamente con el empresario obtuvieron hasta octubre del 2001, 70 contratos por 480 millones de pesos.
El grupo Quart consiguió contratos en varias delegaciones que va desde pavimentación, relleno de minas, rehabilitación de taludes, hasta la construcción de puentes, oficinas y escuela.
Las corruptelas de Ahumada fueron también una constante en la administración de Andrés Manuel López Obrador, quien a través de sus operadores políticos, siguió privilegiando al empresario argentino, hasta que se descubrió mediante un video que René Bejarano, cercano colaborador de AMLO cuando éste era jefe de gobierno, y a quien a la postre se le conoció como el “señor de las ligas”, apareció recibiendo miles de dólares de Carlos Ahumada, precisamente en las oficinas del empresario.
O sea, el anuncio del Sistema de Licitación Pública Transparente: SICOM-CDMX, que puso en marcha Miguel Ángel Mancera Espinosa, semeja más un modelo de buenas intenciones, como muchas de las que está salpicado el jefe de gobierno, que un auténtico esquema transparente de compras electrónicas gubernamentales.
Una más, Mancera Espinosa adelantó que en breve enviará a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) la iniciativa de Ley de Adquisiciones, encaminada a combatir la corrupción bajo la supervisión constante de los habitantes de la Ciudad de México. ¿Será?