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Elecciones no frenarán reformas estructurales

Tiempo de lectura: 6 minutos

– Aproximadamente 1,374 ciudadanos estarán eligiendo puestos gubernamentales que van desde gobernador, presidentes municipales, alcaldías y diputados locales

– En nuestra opinión, hay cuatro aspectos que destacar de esta elección:

  • Se elegirá al gobernador del estado de Baja California –en poder del PAN desde 1989

  • Las elecciones servirán para medir la popularidad a nivel local de los primeros 7 meses del gobierno federal en manos del PRI

  • Temas de seguridad han surgido durante el proceso, dados los eventos desafortunados de algunos candidatos en las últimas semanas

  • En nuestra opinión, lo más importante será que estas elecciones están poniendo a prueba el Pacto por México

 

 

– Seguimos positivos sobre la seguridad en México, aunque reconocemos que la situación está lejos de estar resuelta

 

– Adicionalmente, pensamos que las presiones sobre el Pacto por México no detendrán el proceso de aprobación de las reformas estructurales, a pesar del ruido político que se ha generado por el proceso electoral

 

– Hacia adelante, destacamos que, en contraste con lo sucedido en el pasado, los gobiernos a nivel federal, local o municipal no serán “distraídos” por procesos electorales, ya que estos serán los únicos que tendrán lugar entre el inicio de la administración del Presidente Peña Nieto y las elecciones de 2015

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El próximo 7 de julio tendrán lugar elecciones en 14 estados de la República para elegir a 1,374 representantes del gobierno. Este número incluye una gubernatura, 931 alcaldías y 441 diputados locales. Es importante mencionar que los estados en donde se van a llevar a cabo las elecciones contribuyen con 30% al PIB nacional y representan el 37.5% de la población (38.7 millones), como se muestra en la tabla de la página anterior. En nuestra opinión, si bien las elecciones son locales, pudieran tener consecuencias importantes a nivel Federal. En particular, hay cuatro aspectos que destacar de este proceso: (1) Se elegirá al gobernador del estado de Baja California –en poder del PAN desde 1989; (2) las elecciones servirán para medir la popularidad a nivel local de los primeros 7 meses del gobierno federal en manos del PRI; (3) durante el proceso, han surgido cuestiones de seguridad, ante los eventos desafortunados de algunos candidatos en las últimas semanas; y (4) en nuestra opinión, lo más importante será que estas elecciones están poniendo a prueba el Pacto por México.

La importancia de Baja California. Destacamos que la elección en este estado del noroeste del país —Baja California se localiza en la frontera sur de California, EE.UU., al norte de Baja California Sur, y al oeste de Sonora—, cobra relevancia al ser el primer estado en el que un partido diferente al PRI accedió al poder. El PAN fue el partido político que ganó dicha elección en 1989 por una diferencia de 41,179 votos o 10.5% del total. Desde aquel entonces, el PAN ha mantenido el poder en esta región. Como resultado, para el PAN es muy importante esta elección, sobre todo después de haber perdido la presidencia de la República ante el PRI. Adicionalmente, si el PAN pierde el estado de Baja California, el partido se quedará gobernando solamente seis estados (de 32 en total): Oaxaca, Puebla y Sinaloa, en coalición con el PRD aunado a Guanajuato, Sonora y Baja California Sur. En este contexto, es importante mencionar que el actual gobernador es de extracción perredista, sin lazos con el PAN.

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La popularidad del gobierno federal del PRI se pondrá a prueba el domingo. Si bien el Presidente Peña Nieto ganó la elección por una gran diferencia con respecto al segundo, y la población mexicana dio su voto de confianza al 40% de los Senadores y Diputados del PRI, la desaceleración que ha experimentado la economía podría reducir la popularidad de este partido. Sin embargo, como mencionamos anteriormente, existen tres factores que explican la desaceleración en 1S13: (1) La desaceleración de la actividad manufacturera en EE.UU. derivado de la falta de inversiones y creación de empleos ante la incertidumbre fiscal que dominó el panorama corporativo desde la segunda mitad del año pasado; (2) la restricción fiscal del gobierno mexicano, que tiene como objetivo reducir el déficit público en 0.6% del PIB; y (3) una significativa caída en la actividad de construcción residencial. Aunque esperamos una mejor dinámica en el 2S13, a medida que la incertidumbre fiscal desaparece y las compañías empiezan a invertir y a crear empleos, además de que muy probablemente el gasto del gobierno se acelerará —dado que la mayor parte del recorte tuvo lugar en la primera mitad del año—, estimamos que el PIB crecerá solamente 2.7%, muy por debajo del 3.9% observado el año pasado, lo que normalmente no es bienvenido por la población. No obstante, dado que no habrá elecciones a nivel federal, esta parte no debería poner en riesgo el proceso de aprobación de las reformas estructurales.

Mejora el tema de seguridad, aunque todavía queda camino por andar. Este tema es más extenso que lo que pudiéramos tratar en un solo párrafo de esta nota. No obstante, consideramos que nuestro análisis no estaría completo sin mencionar que este proceso electoral ha sido, desafortunadamente, uno de los más sangrientos.  De acuerdo a diversas fuentes de prensa, varios candidatos han sido asesinados en los últimos días, entre los que destacan el asesinato de José Ricardo Reyes Zamudio, candidato a la municipalidad de San Dimas, en el estado de Durango. Estos hechos han sido muy desafortunados para la democracia en México. No obstante, destacamos que, a juzgar por la tendencia observada en el número de homicidios relacionados con el narcotráfico –como se observa en el gráfico de abajo-, la situación de seguridad en México ha mejorado, a pesar de que todavía falta mucho camino por recorrer. De hecho, varios expertos en seguridad predicen que los datos de violencia relacionados con el narcotráfico siguen mostrando una forma de “campana de Gauss”, y que ya hemos pasado el “pico”. Adicionalmente, recordemos que, México ya experimentó antes el asesinato del candidato a la gubernatura de Tamaulipas, y a pesar de lo desafortunado del hecho, la reacción del mercado fue bastante reducida.

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El Pacto por México bajo presión. Dado que el PAN todavía tiene una parte considerable del Senado (~30%), y una parte importante de la Cámara de Diputados (~23%), su participación en el pacto es importante, y un resultado negativo en las elecciones del domingo, incluyendo la potencial pérdida de la gubernatura de Baja California, podría poner en riesgo la cohesión del Pacto por México. Adicionalmente, un resultado pobre para el PRD podría también poner el pacto bajo presión.

…pero la aprobación de las reformas estructurales continuará. No hay duda de que el “Pacto por México” será puesto a prueba este domingo. No obstante, pensamos que el proceso de aprobación de las reformas estructurales no se detendrá. Desde el punto de vista político, el PRI todavía puede aprobar reformas sin la ayuda del PAN, si el PRD permanece en el pacto. En otras palabras, PRI+PRD+PT –el Partido del Trabajo normalmente vota con el PRD-,+ PVEM –o partido verde-, implican proporciones de ~69% en el Senado y de ~70% en la Cámara de Diputados, suficiente para aprobar reformas constitucionales, que requieren 2/3 de los votos como mínimo. En este mismo contexto, el PRI podría aprobar reformas a la Constitución sin la ayuda del PRD, si el PAN se queda en el pacto.

Desde un enfoque de incentivos, hace sentido que el PRD y, al menos una parte importante del PAN se queden en el pacto. En nuestra opinión, el rechazo del PAN a las reformas sería un suicidio político siendo que trataron de pasarlas durante los últimos 12 años. Por su parte, el PRD, ya sin AMLO en sus filas tiene la necesidad de ser un partido capaz de hacer algo por el país y así sobrevivir. Por lo tanto, seguimos pensando que las reformas estructurales se aprobarán en los próximos meses, incluyendo una reforma financiera, una fiscal y una reforma energética. Adicionalmente, hacia adelante, en contraste con lo que sucedía en el pasado, los gobiernos a nivel federal, local o municipal no serán “distraídos” por procesos electorales, ya que estos serán los únicos que tendrán lugar entre el inicio de la administración del Presidente Peña Nieto y las elecciones de 2015.