· Ojo con los Almacenes Generales de Depósito
· Aprovechar el Almacén Seguro
· Cuidado con desregular el recinto fiscal
· Aseguradoras, listas ante la emergencia
Para efectos de medición del impacto de una crisis económica en el país, no se requiere de ningún debate sobre si se trata de una desaceleración, menor crecimiento, incumplimiento de metas proyectadas o demás tecnicismo que lo único que hacen es confundir y distraer la atención.
El impacto directo de un fenómeno económico de este tipo, severo en la mayoría de las veces, se ve, se refleja de manera directa en el bolsillo de las familias, en los bolsillos de población y, en algunos casos también, se traduce en el incremento de los índices de la delincuencia tal cual está sucediendo en nuestro país, como recién se informó, debido a la parálisis de la economía, lo que se traduce en falta de ingresos y empleo, por decir lo menos.
Hasta el momento y fuera de esos tecnicismos, el único organismo serio que ha declarado de manera directa y franca a que la economía mexicana se encuentra ya en esa situación, es decir en recesión, es el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Este organismo colegiado, incluso bajó su pronóstico de crecimiento del país para este año de 2.7 a 1.5 por ciento, debido precisamente a que la economía ya se encuentra en una recesión.
Pero no sólo eso, el IMEF se sumó a los cuestionamiento y críticas la iniciativa de reforma hacendaria porque ésta contiene elementos que de ser aprobados, dificultarán la recuperación económica. Los mismo argumentó hace un par de días el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
Jonathan Heath, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, y en un afán de ser benevolente con su análisis, dijo que esta recesión no es nada profunda, pero “es una recesión al fin y al cabo”. Esto, por supuesto, podría llevar a una nueva revisión a la baja en la expectativa de crecimiento para este año.
Para Víctor García, presidente de ese instituto, la reforma hacendaria que presentó el presidente Enrique Peña es más bien populista, política y no atiende lo que de verdad requiere el país, que es ampliar la base gravable de contribuyentes, y con esta propuesta, de ser aprobada en sus términos, ahuyentará a las inversiones extranjeras probables y a las ya establecidas.
En general, el sector empresarial del país afirma que aún hay tiempo suficiente para lograr un paquete económico que permita avanzar en los cambios estructurales necesarios que se precisan en la reforma hacendaria. La clave, según dice Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), es el diálogo con apertura, el análisis técnico detallado, la consulta y la voluntad sobre todo, de llegar a acuerdos por el bien común.
Ojo con los AGD
Las reformas financiera y hacendaria siguen causando fuertes reacciones en el mercado que deben ser tomadas en cuenta por las autoridades y legisladores, para lograr un nuevo marco jurídico de consenso con los participantes de los mercados, en beneficio de una mejor operación y contribución a la economía nacional.
Este es el caso de los intermediarios financieros no bancarios denominados Almacenes Generales de Depósito que es una magnífica figura jurídica que apoya la comercialización de granos y el comercio exterior e interior de bienes de todo tipo, teniendo la exclusividad para emitir Certificados de Depósito sobre la mercancía que resguardan y que representan la garantía de pago de créditos prendarios otorgados principalmente por la banca comercial.
Si bien estas empresas tuvieron una crisis de credibilidad hace unos años debido a un sonado fraude realizado por una empresa arrocera, se han autorregulado en la Asociación de Almacenes Generales de Depósito (AAGEDE) para conformar una plataforma tecnológica llamado Almacén Seguro que permite realizar un seguimiento en línea de la administración de almacenes y bodegas; a la emisión de los certificados de depósito; a las auditorías con cruce de inventarios y contar con la información consolidada por producto, estado y región.
Ahora la Reforma Financiera está proponiendo crear y estructurar sistemas informativos similares tanto en la Secretaría de Agricultura como en la Secretaría de Economía, amén de que la Comisión Nacional Bancaria y Valores concentra toda la información relacionada con los Certificados de Depósito y la información financiera de los almacenes generales de depósito.
Evidentemente estamos ante una posible multiplicidad de esfuerzos, costos y controles cuando se podría compartir la plataforma del Almacén Seguro con las observaciones y adecuaciones que las dependencias públicas requieran para tener un mejor control de la comercialización y financiamiento de las cosechas y alimentos en México.
Este es uno de los temas pendientes de estos intermediarios no bancarios referentes a la Reforma Financiera, sin embargo surgió uno más con la Reforma Hacendaria referente a la posibilidad de habilitar recintos fiscales en todo el territorio nacional, aun cuando los inmuebles no colinden con los recintos fiscales o portuarios por parte de cualquier despacho sin contar con la especialización, experiencia y procedimientos profesionales necesarios.
Independientemente de la competencia desleal y conflicto de intereses, es peligroso desregular a los recintos fiscales cuya actividad es tan importante para la seguridad nacional y la prevención de delitos como el contrabando y la evasión fiscal persiguiendo el fin de agilizar el comercio exterior.
Aseguradoras, listas
Ante los estragos que han dejado las lluvias en casi todo el país, que han cobrado la vida de más de 40 personas y ha dejado a más de 1.2 millones de damnificados, el sector asegurador dice estar preparado para atender cualquier emergencia.
El director general de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Recaredo Arias, dijo que hasta ahora, en este año, no se habían registrado fuertes afectaciones por las lluvias, por lo que no se tienen reportes de las indemnizaciones que realizaron las aseguradoras, pero, reiteró, se atenderá a los clientes sin menoscabo alguno.
