Las enfermedades transmitidas por los alimentos suponen una importante carga para los servicios de salud. Cada año millones de personas enferman y muchas mueren por consumir alimentos insalubres. Los alimentos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas causan más de 200 enfermedades, que van desde la diarrea hasta la Hepatitis A, dicha situación muestra el papel fundamental de la inocuidad alimentaria para la salud pública.
Por tal motivo, la OMS dedicó el pasado Día Mundial de la Salud, a la inocuidad alimentaria; hizo hincapié en la importancia de ofrecer alimentos seguros a la población y fijar medidas a lo largo de toda la cadena alimenticia, desde la granja hasta el plato.
La inocuidad de los alimentos, engloba acciones encaminadas a garantizar la máxima seguridad posible de los alimentos. Las políticas, normas y actividades bajo las cuales gobierno e iniciativa privada actúan, persiguen dicho fin. Para asegurar su eficacia deben contemplar todo el proceso de la cadena alimenticia, desde la producción hasta el consumo.
En la industria de los alimentos y bebidas todas las empresas sin importar su tamaño, tienen la obligación legal y ética de asegurar que sus productos sean seguros, es decir, que no causen ningún daño a la salud del consumidor. Esto es conocido como inocuidad. Un alimento inocuo está libre bacterias, virus y parásitos, por lo tanto su consumo es seguro para el ser humano.
Ecolab, líder a nivel mundial en tecnologías y servicios de agua e higiene, cada año invierte millones de dólares en investigación y desarrollo para introducir nuevos productos y programas que no solo cumplan con las normas gubernamentales y regulatorias, sino que aumenten la seguridad y reduzcan el impacto ambiental, para apoyar a sus clientes del sector alimentario a garantizar la inocuidad en sus productos.