– “Los bosques y el agua”, lema adoptado por la FAO, debido al inestimable valor que los bosques brindan en la gestión de las cuencas hidrográficas.
– Los bosques minimizan la erosión local del suelo, reducen los sedimentos en las masas de agua (humedales, estanques, lagos, arroyos y ríos) y detienen o filtran los contaminantes del agua en la hojarasca.
– En el 2015, los bosques ocuparon el 30.6% de superficie del planeta Tierra.
– Cada año consumimos alrededor de 11 kg por persona a nivel mundial de productos obtenidos de los bosques
– El 49.5% del territorio en México conserva aún su vegetación original.
– En 2014, México logró reforestar una superficie de 173,563 hectáreas (ha).
– En 2014, nuestro país reportó 5.6 millones de m3 en rollo en cuanto a producción forestal maderable y 158,243 toneladas (ton) en producción forestal no maderable.
– Para el 2015, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) contabilizó un total de 3,809 incendios con un área afectada de 88,538.14 ha.
– En el 2014, una superficie de 101,561 ha fue dañada por algún tipo de plaga y/o enfermedad, concentrándose principalmente en las entidades de Jalisco, Chihuahua y Oaxaca con un 39.8%.
Origen de la conmemoración
Por medio de la resolución A/RES/67/200 de laAsamblea General de la ONU, cada 21 de marzo se celebra el “Día Internacional de los Bosques”, fecha en la que se reconoce de manera especial a aquellos gobiernos, organismos internacionales, agencias especializadas y organismos de la sociedad civil por su trabajo y esfuerzo a favor de la conservación y desarrollo de las superficies forestales u otros tipos de vegetación en todo el mundo, dentro de los cuales se pueden encontrar bosques, selvas, desiertos y manglares. Se reconocen también los esfuerzos de concientizar a la sociedad en la práctica de mejores usos de los bosques, para lo cual se promueve el desarrollo y puesta en práctica de normas y/o políticas que regulen e induzcan al consumo sostenible de los recursos forestales.
Esta conmemoración es importante puesto que pretende sensibilizar en la población lo imprescindible que son los bosques para la subsistencia de una gran cantidad de seres vivos. Los bosques permiten la formación de suelos y tierras de cultivo, la purificación del agua y del aire (de esta manera favorecen el desarrollo y conservación de la biodiversidad), son fuente de una enorme y rica variedad de alimentos así como de plantas medicinales, ofrecen refugio a animales y además, conceden resguardo y sustento a millones de personas de todo el mundo.
Lema “Los bosques y el agua”
Este año, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) realza la estrecha relación que siempre ha existido entre los bosques y el agua, recursos de los cuales depende el género humano para nuestra supervivencia.
Los bosques, gestionados de forma sostenible contribuyen en gran medida a disminuir la erosión local del suelo, así como los sedimentos en las masas de agua (humedales, estanques, lagos, arroyos y ríos) y detienen o filtran los contaminantes del agua en la hojarasca, lo que permite una disponibilidad regular de agua superficial y subterránea de alta calidad. Así, por medio de los bosques se tiene que el 75% del agua dulce mundial es utilizada para satisfacer las necesidades humanas como son: las domésticas, agrícolas, industriales y ecológicas. A su vez, las cuencas hidrológicas arboladas son fuente primordial de agua potable para alrededor de un tercio de las ciudades más grandes del mundo, tales como Bombay, Bogotá y Nueva York.
Los bosques y el recurso hídrico mitigan los efectos del cambio climático al producir el efecto de enfriamiento sobre el medio ambiente gracias a la sombra que proporcionan y a la evapotranspiración; así también protegen y rehabilitan las zonas de tierras altas proclives a la degradación, reducen los efectos de las inundaciones, disminuyen la salinidad de las tierras secas y la desertificación.
Se prevé que en el año 2050 habrá alrededor de 2,300 millones más de personas viviendo en las cuencas fluviales o cuencas hidrológicas (territorios drenados por un río y la totalidad de sus afluentes) en condiciones de grave estrés hídrico, especialmente en el norte y el sur de África y en Asia Meridional y Central.
Sin embargo, el abastecimiento futuro del agua no será seguro para toda la población, considerando como factores primordiales de este fenómeno: la ubicación geográfica de los países, la poca área forestal en la región, el no contar con recursos hídricos propios y la baja precipitación pluvial como es el caso de África y Asia que cuentan con grandes extensiones de territorio sin fuentes hídricas propias. Por ejemplo, para el periodo 2013-2017 se proyecta una tasa de dependencia de 31.5% en África y un 29.0% en Asia. El caso contrario sucede para Oceanía que es una región mucho más pequeña pero que a la vez cuenta con proporciones altas de recursos hídricos, por lo que no reporta tasa de dependencia.
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