Por Rogelio Varela
Es necesario ampliar los presupuestos para la salud, pero la tecnología puede ayudar cuando los recursos son escasos.
El Hospital General de Zona Número 1 del IMSS en Colima para el instituto que comanda Mikel Arriola Peñalosa un antes y un después.
Se trata de la nueva infraestructura de salud completamente digital donde funciona el expediente electrónico, las radiografías ya no se imprimen en papel que puede ser altamente contaminante, y cuenta entre otros equipos con un tomógrafo de resolución 7K con imágenes a color en tercera dimensión que facilitan el diagnóstico que puede realizarse a distancia consultando a especialistas que están en un hospital de Jalisco ó en la ciudad de México.
Para el derechohabiente significa un diagnóstico oportuno, pero para el IMSS representa ahorros.
Se evitan traslados a hospitales en otras partes del país que ya tienen algún nivel de saturación, entre otros gastos, pero apenas se ve como el principio.
La estrategia del IMSS es invertir en la última parte de la administración 26 mil 800 millones de pesos en 12 hospitales, algunos con características como el de Colima que costó casi mil 400 millones de pesos, el doble que los construidos en el pasado reciente.
El plan también contempla 40 Unidades Medico Familiares que tendrán laboratorios y equipos de radiología que evitarán que los enfermos vayan a hospitales más grandes y pierdan tiempo.
Esta inversión implicará además que por primera vez se lleven servicios especializados de salud a regiones donde se está creando empleo y que beneficiarán a 23 millones de derechohabientes de los 74 millones que atienden un instituto que en este sexenio pasó de la quiebra técnica al equilibrio en el uso de sus reservas financieras.
Pero esa nueva inversión viene de la disminución en el gasto corriente donde Mikel Arriola ha tenido que romper con inercias en la forma como el IMSS compraba medicinas, equipo y algunos servicios que le han costado críticas y cuestionamientos infundados, porque simplemente hay que hacer más con lo mismo.
La ruta del dinero
El Proyecto de Integración Tecnológica Aduanera (PITA), una de las iniciativas emblema de la actual administración y que refiere a la automatización de las principales aduanas va lento. Todo indica que el proyecto a cargo de Ricardo Treviño, Administrador General de Aduanas, quedará inconcluso ya que a la fecha el avance no va de acuerdo a lo estipulado y se ve difícil que en el último año de la administración de Enrique Peña Nieto se pueda llegar a su culminación, con todo y que es considerado de seguridad nacional. Como recordará ese millonario contrato fue adjudicado en medio de una serie de inconsistencias a KIO Networks de María Asunción Aramburuzabala, una firma considerada por muchos como una de las consentidas del gobierno en proyectos de tecnologías de la información y que también ganó una licitación para construir la plataforma nube para todo el gobierno federal.