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Educación Tecnológica para mujeres clave para México

Tiempo de lectura: 4 minutos

– Sólo 16.1% de las mujeres en México cursan una carrera universitaria, al egresar se encuentran con la distinción entre trabajos de hombres y mujeres sólo por su condición de género.

Mujeres: pilar de la economía mexicana
La educación tecnológica ha permitido que el desarrollo innovador impulse la economía de los países; sin embargo, en nuestro país carecemos de espacios para el desarrollo de las mujeres y niñas. Si bien 52.6% de las mujeres cursan el nivel básico y 52.9% de hombres también lo hacen, no ocurre lo mismo en los niveles medio superior, donde sólo 18.7% de las mujeres lo cursan, mientras que 20.9% de los hombres lo hacen. Sumado a esto, 6.8% de las mujeres mexicanas no cuentan con ningún tipo de instrucción, y 5.2% de los hombres están en la misma situación.

En el ámbito laboral, las mujeres se han incorporado con mucha más frecuencia desde los años 80 y, de acuerdo con la UNAM, su inserción al mercado laboral significó la transformación política, social y económica del país.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, sólo 43.9% de las mujeres en edad productiva (15 años y más) cuentan con un empleo, mientras que el resto está en búsqueda de uno, según los datos de la misma encuesta, 23.3% trabajan por cuenta propia, sólo el 2.3% son empleadoras, y 7.5% no son remuneradas por su trabajo; la mayoría cumple jornadas de 48 horas semanales.

Si bien no se cuenta con los datos precisos sobre el número de mujeres que se dedican a la tecnología en números macros, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sostiene que en México aún existe una distinción entre los trabajos de hombres y mujeres, es una cultura empresarial y de desarrollo vigente hasta ahora por cuestiones biológicas, de fuerza y por embarazo.

Sumado a lo anterior, la OCDE afirma que, en México, sólo 9% de las mujeres de menos de 15 años aspiran a tener una carrera en ciencia o ingeniería, en comparación al 27% de los hombres que desean desarrollarse en estas carreras.

Debemos ponerle atención a los datos en los cuales se demuestra que la condición de la mujer no es igual a la de su par hombre, pero ¿realmente la educación igualitaria para mujeres y hombre hace avanzar países? De acuerdo con el Fondo para la Población de las Naciones Unidas, si aumenta en 1% el número de niñas que terminan la secundaria, el crecimiento económico mundial incrementará en 0.3%.

La educación tecnológica como impulsor del crecimiento

De acuerdo con el índice Mundial de Innovación 2016, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos y China ocupan los primeros lugares en el ranking de innovación. En éste mismo, México ocupa la posición 61° en el mundo, pero el tercero en América Latina.

La innovación está relacionada directamente con el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de los países, aunque depende también del número de población que posea cada país. Así, Estados Unidos que se coloca en la posición 5° en el mundo, posee el mayor PIB mundial (20 billones USD hasta 2016), mientras que China que está en el 29° es el segundo lugar. México, en su posición, su PIB es de sólo 1 billón de USD; la caída es importante.

Mujeres tecnológicas

En nuestro país se desarrollan iniciativas para impulsar que las mujeres rompan los estereotipos sobre que ellas no se dedican a la tecnología porque es un trabajo de hombres; aún existen barreras de género para incorporarlas a esta labor, de acuerdo con el Foro Económico Mundial, en la industria tecnológica sólo uno de cada 10 empleados son mujeres en las áreas de programación y se necesitarán 170 años para cerrar la brecha al 100%.

Además de esta brecha, nos encontramos con la baja participación de las mujeres en temas tecnológicos, 63% de las mujeres que lanzan una start-up lo hacen en el comercio electrónico y sólo % en el ámbito de la programación informática, de acuerdo con el National Center for Women and Information Technology.

Pero si con los datos anteriores se demuestra que existen más ventajas al incorporar a mujeres a la vida productiva en las áreas tecnológicas, ¿por qué en nuestro país no existen tantas mujeres científicas? Como decíamos arriba, tiene que ver con un problema de cultura y de estereotipos que aún reproducimos, pero también con la falta de espacios y oportunidades para mujeres de cualquier nivel de recursos.

De acuerdo con un estudio realizado por el Centro Smithsoniano de Astrofísica de la Universidad de Harvard, factores como el “apoyo” y “estímulo” por parte de la familia, la escuela y la sociedad son decisivos para que una mujer incursione en las áreas de ciencia y tecnología.

Otro factor que influye es la falta de oportunidades debido al gran número de población de bajos recursos; según los datos del Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), en México, 75% de la población es de bajos recursos, o sea que 90 millones de mexicanos ganan no más de 10 dólares al día, de los cuales 30.7% son mujeres de acuerdo con el CONEVAL.

¿Qué hacer para impulsar que más mujeres y niñas se incorporen a la sociedad tecnológica?

Variadas instituciones públicas y privadas ya realizan esfuerzos para que en la educación tecnológica se impulse la paridad de género para ayudar a que más mujeres y niñas se integren a la vida productiva con carreras y estudios tecnológicos.

En Enova, a través de diversos programas y en conjunto con nuestros clientes, impulsamos programas de inclusión educativa en áreas como cómputo, matemáticas, robótica, emprendimiento, innovación y tecnología.

En total, operamos 152 espacios tecnológicos de terceros que imparten cursos a personas de bajos recursos para crear oportunidades visibles para el futuro. La mayoría de los estudiantes son mujeres y poco más de 58 mil tienen menos de 12 años de edad. Hasta marzo de este año, se graduaron en distintos cursos 305 mil 579 mujeres de un total de 531 mil 653 graduados de ambos sexos: 57% del total.

En Enova buscamos crear facilitadores para que más mujeres y niñas estudien y se interesen por las áreas tecnológicas, con lo cual las empoderamos e impulsamos para su crecimiento profesional y educativo, una labor que realizamos a través de los programas que administramos para diferentes clientes. Y para muestra, basta un botón: de todos los cursos que impartimos, es en cómputo donde se concentra la mayoría de los estudiantes (50%), seguida de inglés (20.67%).

Confiamos en que ese 57% de las graduadas en estos centros ahora harán crecer esa semilla para volverse mujeres más tecnológicas, empoderadas y promotoras de la educación digital como un vehículo para crecer.