Por Citibanamex
Como se esperaba, el INEGI confirmó las cifras de crecimiento del PIB para el segundo trimestre que dio a conocer de manera oportuna a finales de julio. Ajustado por estacionalidad, el PIB creció 0.6% respecto al trimestre anterior (2.3% a tasa anualizada), una leve desaceleración desde el 0.7% del primer trimestre (2.7% anualizado). El impulso trimestral provino del sector de servicios que creció 0.8% a tasa trimestral, mientras que el sector primario no registró cambio y el sector industrial se contrajo 1.9% respecto al trimestre previo. A tasa anual, el PIB creció 3.0%, también sobre la base ajustada, su mayor incremento en cuatro años.
Sobre la serie original (sin ajustes), el crecimiento anual del PIB se ubicó en 1.8%. Este avance anual fue impulsado por el dinamismo sostenido del sector de los servicios, el cual se incrementó a una tasa anual de 3.2%; mientras que el sector primario aumentaba sólo 0.7% anual y la producción industrial continuaba deprimida, registrando una contracción anual de 1.1%.
Desde una perspectiva de muy corto plazo, la actividad económica mejoró a finales del segundo trimestre. Medida por el índice global de la actividad económica (IGAE, un proxy mensual del PIB) creció 2.4% anual en junio, tanto sobre la base original como sobre la serie ajustada por estacionalidad. Sobre esta última base, su ritmo de expansión mensual se aceleró a 0.5% desde el 0.2% que registró en mayo.
Reiteramos nuestra previsión de crecimiento del PIB de 2.0% para todo el 2017. Si bien se confirmó una ligera pérdida de dinamismo de la actividad económica durante el segundo trimestre, al cierre del mismo se registró un avance importante. Así, la desaceleración del PIB refleja la debilidad observada hacia el final del primer trimestre y al comienzo del segundo, al tiempo que se destacó una mejoría importante del IGAE en junio. Sin embargo, mantenemos nuestra previsión de que la tendencia ascendente del crecimiento anual del IGAE se revertirá durante el tercer trimestre del año, ante la desaceleración observada de la demanda local. Ello a pesar del repunte de la demanda externa impulsada en buena medida por la recuperación de la manufactura en los Estados Unidos.