Por José Antonio Chávez
En el PRI de Enrique Ochoa, sin duda entraran en crisis la semana próxima porque los temas serán de estira y afloja para la candidatura presidencial. Es la antesala para su asamblea nacional del sábado 12 de agosto.
Hay un grupo de priistas que están en desacuerdo y lo encabeza la propia ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega. Pide piso parejo y pide ser integrada a la plantilla de presidenciables.
Otro escenario es el de Manlio Fabio Beltrones que afianzó el proyecto de gobiernos de coalición y con un espaldarazo de otros actores políticos de peso del PAN, Gustavo Madero y Diego Fernández de Cevallos, del PRD, Alejandra Barrales y el presidencial, Miguel Angel Mancera, y no se descarta que pueden hacer una revolución política.
Es un escenario que lleva a los priistas de la cúpula no la tengan tan amarrada para designar un tercero en discordia etiquetado por el dedazo de Los Pinos.
César Camacho, como líder de los diputados en San Lázaro, insistió que no hay candados y todo fluye conforme a los estatutos, aunque dijo que está muy viva la idea del PRI de postular a un simpatizante a algún cargo de elección popular, obviamente a la Presidencia.
La inconformidad del país, por ejemplo en Chiapas el pleito es que diez ex presidentes del partido están en contra de su líder estatal, el senador Roberto Albores. La ex legisladora Areli Madrid, como Ivonne Ortega le insiste, le señala y le exige que abra el partido para las candidaturas con piso parejo.
Hoy esa entidad carece de liderazgo, las oficinas del partido permanecen cerrados y no hay militancia. Los simpatizantes se la andan jugando con el Verde de Manuel Velazco y otros con Morena de Andrés Manuel López Obrador. Entonces el riesgo es mayúsculo para los priistas que quedaron prácticamente en aquel estado en un sándwich entre el Verde y Morena.
El lunes, el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno rendirá su segundo informe y si los pronósticos no fallan, anote la presencia de la crema y nata, no solo del PRI sino de otros partidos.
Le sigue su amigo Carlos Joaquín de Quintana Roo, que hará lo propio en su primer año el 9 de septiembre. Desde luego que presumirá la detención de su saliente
Roberto Borge y sin duda volverá a exhibir el saqueo criminal que hicieron del erario sus colaboradores.
Para cerrar la pasarela, anote al del municipio de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo, un alcalde con aceptación del 60 por ciento y que los priistas todavía no digieren que le está comiendo el mandado. El espaldarazo del empresariado, entre ellos Jacobo Payan, sintetizaron que ha hecho tanto, lo que ninguno en la historia.