Miguel Angel Mancera aprovechó la presencia del Presidente Enrique Peña Nieto y su Gabinete para direccionar su mensaje sobre la ayuda, con todas las palabras a los afectados por el sismo.
De entrada que es indispensable reiterar al país, que está tan golpeado y con una enorme incredibilidad en sus autoridades y sus políticos, que no hay colores ni ideologías, y en esa base la importancia de realizar las tareas de reconstrucción y atención sin el mínimo protagonismo.
Desde luego que sería lo menos que pudiesen hacer nuestros gobiernos, pues la falta de confianza y el hartazgo se manifestaron en la estampa de agresión contra el mandamás de la delegación política de Xochimilco, Avelino Méndez a quien de plano corretearon y agredieron por su incapacidad de atender a los afectados de esa demarcación.
Es un foco rojo de ese hartazgo ciudadano, hoy tenemos un aroma de incertidumbre y desolación de esas familias que perdieron todo, no solo económico sino sus seres queridos.
Por eso Mancera tiene toda la razón que en estas tareas se deje de lado los colores, las ideologías, la soberbia, arrogancia y se arremangues las mangas todos por igual m gobierno federal y gobierno estatal, incluso municipal para entrarle con verdaderas alternativas de solución a esas personas.
El llamado a redireccionar el gasto que Peña Nieto anuncio ayer, es una de las mejores noticias que pueden consolar en poco a los dolidos y afectados, pues si bien perdieron todo, con un nuevo presupuesto para el siguiente año se puede traducir en esperanzas de alcanzar a recuperar parte del patrimonio.
Eso es lo que quieren escuchar los afectados de sus gobernantes, que les ofrezcan un poco de esperanza para salir de este enorme bache que provocó la naturaleza. Es una pesadilla que solo con la ayuda gubernamental se podrá enfrentar.
Como dato, Peña Nieto señaló que hay un costo preliminar de dos mil millones de dólares, por eso la reasignación del presupuesto. Tan solo para reconstruir las escuelas, se requiere de unos 13 mil millones de pesos.
Para viviendas, más menos unos 16 mil 500 millones de pesos y otros ocho mil para la infraestructura cultural, es decir para restaurar, reconstruir y afinar edificios, monumentos y más históricos.
Agregue que más de 250 mil personas perdieron sus hogares en los estados afectados por los dos sismos, es decir en Oaxaca, Chiapas, Puebla, Morelos, Estado de México, Guerrero, y hasta Veracruz. Y unas 150 mil viviendas registran en el censo que resultaron dañadas.
Peña Nieto y Mancera, así como los gobernadores de Oaxaca, Alejandro Murat, de Chiapas, Manuel Velasco, de Puebla, Antonio Gali y de Morelos, Graco Ramírez y del Edomex, Alfredo del Mazo, no tienen otra salida que ofrecer alternativas viables y de ingreso porque para nadie es secreto que están esas miles de familias más que desechas.
Doctor en Oaxaca. En Salinas Cruz, Oaxaca, desde temprana hora inicio su recorrido el secretario de Salud, José Narro principalmente por Juchitan, Ixtepex e Ixtaltepec, zonas de las más afectadas en el sismo más severo de la historia que azotó el 7 de septiembre con una intensidad de 8.2.
Su presencia atiende para supervisar la atención a los afectados en una carta compromiso que le hicieran los pobladores que pedían que no los abandone y este muy de cerca a ellos. Que es importante su presencia porque para ellos representa tener el respaldo del gobierno federal en estos casos de crisis y angustia, sobre todo los familiares de enfermos que resultaron lesionados a raíz del fenómeno natural.
