Por Citibanamex
Los resultados tuvieron un sesgo negativo. La inflación al consumidor se ubicó en 0.92% en la primera quincena de noviembre, una tasa mucho más alta que el 0.73% esperado tanto por nosotros como por el consenso (en nuestra reciente encuesta Citibanamex). Este incremento fue el más alto para una primera quincena de noviembre en los últimos seis años.
Como anticipamos, la inflación quincenal fue impulsada por fuertes alzas en los precios de bienes agrícolas y de energía. En este último rubro incidió la finalización del subsidio sobre las tarifas de electricidad de verano en 10 ciudades del país, así como el incremento en los precios de gasolinas y de gas doméstico lp. De ahí que la inflación no subyacente fue 2.79% en la quincena, por arriba del 2.48% que anticipamos.
Nos sorprendió también el aumento quincenal de 0.28% en los precios del índice subyacente, ya que habíamos estimado fuera de 0.14%, mientras que el consenso estimaba 0.15%. Lo que se destaca aquí es el aumento en los precios de las mercancías de 0.33% y otros servicios de 0.47%, este último influenciado por los aumentos de precios en los servicios asociados con la actividad turística.
Así, la inflación general anual se ubicó en 6.59% en la primera quincena de noviembre, un repunte pronunciado desde el 6.44% que registró en la segunda quincena de octubre. La inflación subyacente anual también repuntó, a 4.85% desde 4.80% en la quincena previa. Mientras que la inflación anual no subyacente alcanzó 11.98% frente a 11.63% una quincena antes.
Los resultados apuntan que se han incrementado los riesgos al alza para nuestro pronóstico del 6.2% para la inflación general al cierre de este año. Consideramos que el repunte de la inflación subyacente anual en las últimas cuatro semanas es temporal, ya que el aumento en los servicios asociados con el turismo se revertirá en las próximas quincenas, mientras que esperamos que el ritmo de aumento de los precios de las mercancías se modere durante el resto del año. No obstante, las presiones alcistas sobre los precios de bienes agrícolas y de la energía sugieren que el descenso de la inflación anual pudiera ser más lento de lo que hemos anticipado, aunque aún estimamos que los precios de bienes agrícolas disminuirán más durante lo que resta de este año.