Por: Víctor Esquivel, Socio Director General de KPMG en México
Como cada año, los líderes globales se reúnen en la comunidad alpina de Davos, Suiza, para la reunión del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que en su 48.ª edición tiene como objetivo delinear una narrativa compartida para mejorar el estado del mundo en torno a un programa, iniciativas y proyectos que giran alrededor del tema: “La creación de un futuro compartido en un mundo fracturado”.
Sin duda, las fracturas geopolíticas tienen hoy una gran repercusión en los negocios. Por ello, no sorprende que 52% de los directores generales de las empresas más grandes del mundo consideren que el panorama político tiene un alto impacto en su operación, de acuerdo con el estudio KPMG Global CEO Outlook 2017; por otro lado, 31% cree que las políticas proteccionistas en sus países se incrementarán en los próximos tres años, lo cual ocasionará otras consecuencias relacionadas con los flujos de mercado consolidados hasta ahora entre diversos bloques comerciales.
De acuerdo con el propio WEF parecería que las políticas económicas en diferentes geografías están formulándose con dos objetivos disímiles; por un lado, mantener los beneficios de la integración global; y por otro, limitar las responsabilidades compartidas, como el desarrollo sostenible, el crecimiento inclusivo y la gestión de la Cuarta Revolución Industrial.
Sin embargo, a pesar de este contexto, los líderes de empresa ven las transformaciones económicas, tecnológicas y sociales como una oportunidad antes que como una amenaza, aunque existe una necesidad muy grande a nivel mundial de apuntalar figuras que cuenten con un liderazgo más perceptivo.
Sin duda, la Cuarta Revolución Industrial ha convertido a la disrupción en una característica inherente a los negocios, generando una coyuntura propicia para renovar las propuestas de las organizaciones, ofreciendo productos y servicios que están cada vez más alineados con las necesidades de los clientes.
No obstante, esta travesía es compleja, y obliga a los líderes a aumentar su conocimiento sobre los distintos factores que inciden en las empresas, mucho más allá de su mera operación, aprovechando la incertidumbre global como una oportunidad para alcanzar el crecimiento a corto plazo.
Debido a que la forma de lograrlo no es fácil de encontrar, como cada año KPMG ha puesto a disposición del mercado la herramienta web WEFLIVE, una ventana al Foro Económico Mundial, donde se reúne la opinión de todos los asistentes, con el ánimo de ampliar la conversación y diseñar junto con distintos actores las perspectivas e innovaciones que favorezcan el crecimiento de las organizaciones. Sea parte de este encuentro global de líderes y generemos unidos un futuro compartido en un mundo fracturado.