Por Dulce Briones
Casi llegan las vacaciones de Semana Santa y muchas personas se imaginan paseando por atractivos turísticos y disfrutando de la familia o con amigos, degustando la gastronomía de la región y comprando detallitos de recuerdo; pero cuando despertamos de nuestro sueño, ¡oh cruel realidad!, la verdad es que el dinero no alcanza y se tiene que cumplir con los compromisos de pago que se tienen en el día a día.
Si no cuentas con mucho dinero, pero la intención es divertirse, puedes ser turista en tu propia ciudad. La verdad es que muchas personas jamás hemos subido al ángel de la independencia o a la Catedral Metropolitana o visitado museos, que por cierto, los domingos ofrecen entradas libres.
Te recomiendo hacer una lista de los lugares que sean de tu interés, como edificios históricos, parques y teatros.
Aprovecha los paseos nocturnos en tranvías, donde cuentan leyendas o datos importantes de la ciudad. De éstos hay, por ejemplo, en Coyoacán, en la ciudad de México.
Si prefieres salir, ve a lugares lo más cerca de la ciudad, para ahorrar gastos en el pasaje o en las gasolina y casetas.
Checa en internet los detalles del lugar, que quieres visitar y también los posibles lugares en donde puedas comer bueno, rico y barato.
Para ahorrarte el desayuno, puedes preparar desde casa emparedados, fruta, además de comprar botanas y agua para el camino.
No olvides checar los costos de entrada en museos, balnearios o parques ecoturísticos que quieras visitar.
Si no quieres pagar mucho de alojamiento, lo mejor es que te hospedes en posadas.
Toma en cuenta que cerca de la ciudad existe muchos lugares que ofrecen una vegetación abundante y cuentan con parques ecológicos, la posibilidad de acampar te ofrecerá una experiencia diferente y además podrás hacer actividades al aire libre, practicar senderismo y disfrutar de lleno la naturaleza del lugar.
Fija un presupuesto después de checar todos estos datos y por ningún motivo lo sobrepases.
Ahora sí, el objetivo es disfrutar de unas inolvidables y merecidas vacaciones, checa siempre el lado bueno y búscale la diversión.