Por Laura Larrondo
Ideólogos casi invisibles crearon un intrincado andamiaje político
Durante décadas, el Partido Revolucionario Institucional prácticamente se apropió del discurso resultado de la guerra que inició en 1910. Eso se tradujo en cohesión, solidez y permanencia en el poder, cambiando de extremo a extremo sin mayores contratiempos, gracias a la estrategia de varios ideólogos, algunos muy conocidos y otros que lograron pasar casi inadvertidos.
En La Revolución inconclusa, publicado bajo el sello editorial Ariel, José Manuel Cuéllar Moreno hace un análisis del discurso priista hasta los primeros 50 años de la Revolución Mexicana y devela la participación que en ese proceso tuvo Emilio Uranga, un intelectual conocido por los políticos de viejo cuño, pero hoy inadvertido para las nuevas generaciones.
“Hasta cierto punto, Uranga es un personaje ignorado y prohibido. Esto no es, desde luego, ninguna casualidad. Nos hallamos posiblemente ante uno de los ‘genios malignos’ del PRI”, asegura el autor.
A este polémico ideólogo, que tenía la capacidad de argumentar éticamente cualquiera acción o cambio en el discurso priista, como pasar del discurso izquierdista al de apoyo a la industrialización, se le ha señalado como uno de los posibles autores de El móndrigo, el diario apócrifo -y calumniador- de un supuesto estudiante masacado el 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco.
Sin embargo, los servicios de Uranga al poder priista fueron mucho más allá, ya que fungió como consejero de al menos cuatro expresidentes y fue muy hábil para construir un discurso que permitiera al priismo justificar cualquier vuelta de timón, sin perder la cohesión y la disciplina que le caracterizaron durante décadas, y que -a la luz de la contienda electoral que se vive en 2018- muchos extrañan debido a que ello se traducía en fortaleza.
“La democracia tiene una historia. Lo mismo ocurre con la Revolución. ¿Qué puede significar ahora? Si la Revolución ha agotado su poder legitimador y el mito de una identidad nacional unitaria ha declinado casi hasta desaparecer, ¿qué fuerza o narrativa histórico-política apuntala al gobierno?”, afirma el autor.
José Manuel Cuéllar Moreno (Ciudad de México, 1990). Maestro en Filosofía de la Cultura por la UNAM y en Filosofía Contemporánea por la Universidad de Barcelona. Se especializa en la filosofía del siglo XX y la configuración del discurso nacionalista del PRI a través de sus ideólogos invisibles. Ha sido residente en la Fundación Antonio Gala y becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Otros libros publicados: La novela policiaca El caso de Armando Huerta (Premio Nacional de Novela Luis Arturo Ramos, 2009) y Ciudad de México (Premio Nacional de Novela Joven José Revueltas, 2014).