Rogelio Varela
Las autoridades financieras junto con los bancos comerciales siguen trabajando a marchas forzadas para encontrar una solución al ciberataque que afectó al menos a 20 entidades y puso en descubierto la vulnerabilidad del Sistema de Pagos EIectrónicos Interbancarios (SPEI) del banco central.
Aunque el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León y el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM) Marcos Martínez Gavica han salido a los medios a decir que ningún depósito de los millones de clientes de la banca se ha visto afectado lo que es cierto, mientras se remedia la situación los bancos han limitado el monto de retiros en ventanilla ó vía transferencias a 50 mil pesos.
De ese tamaño es el temor de los bancos de sufrir un quebranto mayor que algunos consideran podría llegar a 800 millones de pesos.
Al menos desde hace dos años algunos bancos medianos habían sufrido algún problema con sus sistemas. En su momento me referí a la afectación en Scotiabank e Inbursa, también trascendió el problema con las tarjetas de crédito de Liverpool que, por cierto, este año se ha extendido a la operación de sus monederos electrónicos.
Los hackers suelen buscar las cuentas concentradoras de las bancos para sustraer dinero y luego dispersarlos con señuelos que en los registros quedan como retiros en cajeros automáticos por cantidades absurdas de 40 mil pesos y que suceden en varios minutos en distintos puntos de la red, aunque lo cierto es que es muy difícil seguirles la huella.
En nuestro sistema financiero siempre ha habido silencio ante ese tipo de eventos, pero la dimensión del ciberataque detectado a fines de abril pasado ha tomado tonos de alarma ya que se según los expertos un incursión de este tipo lleva a los hackers al menos un año.
Ahora el ciberataque ha afectado la gestión de bancos de la talla de BBVA Bancomer, Citibanamex y Banorte que conocen bien la operación de los hackers e incluso investigan a sus propios empleados del área de sistemas para saber por dónde se pudieron vulnerar lo que se conoce en la jerga de TI como barreras de fuego que impiden a los hackers penetrar en los sistemas.
Y bueno, como suele pasar en nuestro país luego del niño ahogado el Banco de México acaba de crear la dirección de Ciberseguridad en el instituto central que ahora se enfrente a su primer problema y deberá diseñar disposiciones que deberán acatar los bancos en la materia.
La ruta del dinero
El gigante de los bienes de consumo Unilever que comanda aquí Gerardo Rozanski presentó su informe sobre sustentabilidad. La empresa que tiene entre sus marcas a Dove, Rexona y Helados Holanda no sólo ha logrado grandes resultados en el uso de energías limpias para el 100 por ciento de su operación sino que lo ha extendido al uso de materias primas orgánicas, mayor reutilización del agua en sus diferentes plantas y el apoyo a comunidades en marginación. Unilever también trabaja con ECOCE desde el año pasado para conseguir reciclar millones de envases de plástico.