Por Dulce Briones
La vida de un ser humano tiene diversas etapas en las cuales, las personas se desarrollan desde que nacen hasta que mueren y un elemento que será indispensable en todas estas fases de vida es el dinero.
Cualquier individuo para poder subsistir requiere bienes y servicios que sólo se pueden adquirir con dinero. Lo que nunca nos enseñan es a saber administrarlo para que nuestra calidad de vida mejore. Es ahí donde está la importancia de tener una buena Educación Financiera.
Es triste que en México, la mayor parte de la población tiene una idea equivocada de lo que significa la Educación Financiera; piensan que es difícil entenderla y que sólo la pueden ejercer personas con liquidez, pero es algo relevante que se debe llevar a cabo desde la niñez hasta la vejez y que se puede entender de manera muy sencilla.
La educación Financiera, por lo tanto, se debe inculcar desde la niñez y hacerla una disciplina día con día. Por ejemplo fomentar el ahorro para cumplir una meta.
En México hablar sobre finanzas sigue siendo un tema tabú. Según la Encuesta Nacional sobre Comportamientos, Actitudes y Conocimientos Financieros del Banco Mundial, 51% de las personas señalaron que nadie les enseñó cómo administrar el dinero porque lamentablemente los padres no transmiten ese ejemplo, ya que llega la quincena y gastan de más en cosas materiales y después termina pidiendo prestado porque la quincena ya no les alcanzó.
Si enseñamos Educación Financiera, se puede formar en un futuro adultos informados y responsables con su dinero y con menos posibilidades de endeudarse.
A continuación te presentamos algunas recomendaciones de la Condusef que se pueden poner en práctica con los niños para que la práctica se vuelva más divertida.
· La mejor enseñanza es el mejor ejemplo cuando saques tu dinero, explícale que es dinero que se gana con el trabajo y el esfuerzo y no es fácil hacerlo aparecer.
· También, cuando te vea pagar con la tarjeta de crédito, hazle ver que no es mágica y dile que es un préstamo a pagar con intereses, es decir, déjale claro lo que implica usar dinero.
· No le compres todo lo que se le antoje, si cumples sus caprichos jamás se esforzará, es importante que sepa que lo que quiere muchas veces no es lo que necesita y que él puede ahorrar para cumplir sus metas.
· Inculcando el hábito del ahorro, depositando una parte de su domingo puede ayudarlo a ir cumpliendo objetivos uno por uno.
· Después de tener el hábito, se puede pensar en abrir una cuenta de ahorro formal. Actualmente existen diferentes opciones que su monto de apertura es bajo y comenzará a familiarizarse con conceptos financieros como tarjetas de débito, saldos, cajeros automáticos y bancos.
Recuerda que si damos todo fácil a los niños y no les creamos la conciencia de valorar cada peso que ganemos, formaremos adultos con malos comportamientos en todos los aspectos de su vida y, por ende, los pequeños crecerán sin conocer el valor del trabajo y el esfuerzo para conseguir lo que se desee.