Por José Antonio Chávez
Al villano de la mafia del poder, Andrés Manuel López Obrador no se le olvida que fue el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas el impulsor de este proyecto de izquierda que hoy originó se coronara con la Presidencia de México.
Naturalmente que eso habla más que bien del virtual Presidente de México, López Obrador, pues reconocer las raíces de los que se puede decir como precursores de la democracia, vaya dirigentes sociales, es de aplaudirse.
Después del encuentro con el ingeniero Cárdenas, simplemente dijo que gracias a ellos y muchos otros se logró este triunfo para iniciar la cuarta transformación de la vida pública.
Ayer fue su segundo día después del triunfo en las urnas y no ha querido perder el tiempo o bajarle a la dinámica que comenzó en el 2000 como Jefe del Gobierno del entonces Distrito Federal, 2006 y 2012 como candidato presidencial y en esta etapa final del tercer intento que le permitió coronarse.
Su campaña de 18 años estamos hablando que difícilmente otro personaje en la vida política de México la ha hecho, vaya todos los actores llegan a un cargo y se olvidan, ya sea porque no se les permite o no lo quieren reconocer que se les permite. Ya ganaron, entonces porque no llevársela de muertito.
Pero a López Obrador basta recordar que como jefe del gobierno del DF, su sexenio fue de trabajo intenso que desde muy pero muy temprano se iniciaba con aquellas conferencias a las 06:00 de la mañana que, a decir de los reporteros que cubrían sus actividades estaban hasta la madre porque le partía la torre todo el día, aunque se llevaban en la mayoría de veces la nota principal que se conoce como la de ocho.
Fue una etapa interesante porque inteligentemente López Obrador comenzó a marcar la agenda política, en consecuencia desarticulaba la estrategia mediática del gobierno federal que gobernaban los panistas con Vicente Fox.
Hoy podemos ver a un López Obrador muy pero muy diferente a aquel personaje que en el 2006 que perdió por menos de una nariz que mandaba al diablo las instituciones y que le achacaban que era un peligro para México.
Hoy es respetuoso y se ha transformado en un personaje tolerante y con un discurso inteligente que busca la reconciliación, para los adversarios y antipeje, parece que ya no es un peligro para México. No está peleado con los medios de comunicación y al contrario alabó su labor en el proceso de campaña que fue respetuosa y sin prestarse a la guerra sucia.
Los frutos del cambio permitieron ayer mismo se reuniera con Peña Nieto en Palacio Nacional para ajustar la transición de gobierno, una vez que reciba luz verde del Tribunal Federal Electoral.
Es el nuevo López Obrador que dejó atrás los agravios contra los gobierno corruptos, de esa mafia del poder, de todos esos que si no estaban con el estaban en su contra, los empresarios fueron los últimos. En fin, hoy todo cambia de diablos y tigres, a todo de color de rosa.
EN YUCATAN, EL QUE SACO LA CASTA fue el ex Presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín que logró ganar la fórmula al Senado de la República. Fue la única que ganó el PRI de las 32 que estaban en juego en el país.
Desde luego que fue un severo golpe para el priismo nacional que le dio el mensaje que le mandaron, por segunda vez de Los Pinos, sobre su casi inminente candidatura al gobierno del Estado, el compromiso era contigo, pero nos pidieron que nos ayudaras y vas para la otra. Ni modo de decir que no y, ni hablar los priistas en su pena llevaron la penitencia, perdieron con el PAN, un triunfo que hasta lo aplaudió el mismo presidente del Senado, Ernesto Cordero.
OTRO GOBERNADOR QUE FUE severamente maltratado con los resultados de las elecciones, es Carlos Joaquín de Quintana Roo. Allá, en esa entidad, la candidata de Morena al Senado, Marybel Villegas, con la marca nacional de AMLO, casi lo borró del mapa.
Le arrebataron a panistas y priistas la fórmula a la Cámara Alta y las cuatro diputaciones federales. Además de Cancún, también a su alianza le ganaron el municipio de Playa del Carmen, con la nueva alcaldesa, Laura Beristain, una entidad que se considera cuna política y bastión de su gobierno, y vaya que quedó más vulnerable que nunca a pesar de lo intocable que se sentían, pues sin Cancún, Chetumal y Playa, le queda gobernar un escaso15 porciento.
VICTOR ROMO regreso a gobernar Miguel Hidalgo, una alcaldía que fue cuna de panistas y más panistas, hasta que por el PRD donde permaneció 22 años, los derrotó. Ganó porque en su gobierno anterior dejó buen sabor de boca y hoy que fue por Morena, los residentes no lo olvidaron. Por eso su llamado ayer a los vecinos a dejar atrás las descalificaciones que se generan en las contiendas electorales y pasar a lo que los une: el bienestar de todos.
TAMBIEN NESTOR NUÑEZ refrendó la administración de la que fuera delegación Cuauhtémoc y hoy alcaldía, que gobernó Ricardo Monreal. Le adelante que el joven político tenía la radiografía exacta para dar seguimiento y enmendar los yerros detectados, pues se desempeñó en el gabinete del zacatecano y ofreció en campaña continuidad a los programas sociales y de infraestructura, pero también reforzar aún más la seguridad y detonar el desarrollo económico, en una dinámica acorde a los tiempos modernos y su tecnología.
ADRIAN RUVALCABA, del PRI-VERDE también retuvo Cuajimalpa, una alcaldía que ya gobernó cuando era delegación política y que fue protagonista de actos violentos con sus adversarios. Dejó buenos resultados en su administración y por eso le regresaron, esa confianza.
QUE SE PLATICARÍA AYER en la noche en la reunión del PRI en la sede nacional con su dirigente René Juárez, porque de que andan más que adoloridos, no hay duda por la atropellada que les dieron el primero de julio. A poco van a exigir o pedir cuentas al de Los Pinos, después de secuestrar el partido y asfixiarlo. Dicen los que saben, ya para qué.