Por Dulce Briones
En México, enfermarse es en muchas ocasiones una desgracia para los integrantes de una familia, ya que en muchas ocasiones se considera a la enfermedad como un lujo que no pueden solventar por los altos costos en estudios y medicamentos.
Tristemente, la Industria Farmacéutica ha convertido la enfermedad en un negocio y la realidad es que la mayor parte de la población no cuenta con el presupuesto para hacerle frente a los gastos que conlleva una enfermedad crónico – degenerativa.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en México no existe una cobertura médica que abarque a todos los habitantes del país, por lo que ocupamos el segundo puesto a nivel mundial de obesidad y en donde la diabetes es una epidemia nacional.
El gasto que la gente invierte en enfermedades crónicas provoca que México sea el segundo país de la OCDE con el mayor porcentaje de gasto de bolsillo en salud y a su vez provoca que miles de familias caigan en situación de pobreza, según un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
A esta situación se enfrentan las familias cuando abuelos, padres, tíos, primos enferman y su salud cada vez se va deteriorando más; pero hay algo que hace poco leí y estuve investigando.
Un producto que puede ser una esperanza para mejorar nuestra calidad de vida ante una enfermedad lo que hace que no se considere como un producto milagro, porque no es la cura a ninguna enfermedad, es un control.
Un suplemento llamado Attivare Vita que fue creado por el médico hematopatólogo de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas en el Instituto Politécnico Nacional José Luis Tapia Hernández, con el objetivo de ofrecer una mejor calidad de vida para pacientes con padecimientos crónico-degenerativos, capaz de detener los daños en el organismo.
Básicamente, se trata de una bebida que limpia el nivel vascular de las células y evita su oxidación y, en un lapso determinado, el paciente puede reducir la ingestión de medicamento, así como los daños en el hígado, riñón y páncreas causados por la enfermedad que padece.
Este producto puede ayudar y contribuir a la supervivencia de los pacientes, su mejoría clínica y a su bolsillo por la reducción de ingesta en medicamentos.
José Luis Tapia Hernández, el creador de dicho suplemento, es médico general en la Escuela de Medicina del IPN, Médico Hematopatólogo por la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, cuenta con un Diplomado en Inmunología Básica e Inmunología Clínica; es el creador de Attivare Vita 2012, estimulador celular, que cuenta con registro de patente y, además, ganador del Premio Innovación emprendedora 2013 por la Secretaría de Ciencias de la CDMX y de Prototipos 2012 del IPN.
