Por Rogelio Varela
El cumplimiento de normas oficiales cada vez es más aceptado porque ha abierto nuevos mercados a todo tipo de empresas.
A pesar que México ya con 769 Normas Oficiales Mexicanas (NOM) hay quienes dicen que es un número insuficiente pues la infraestructura acreditada para vigilar el cumplimiento de estas regulaciones supera apenas las 270 normas, es decir sólo el 36% de las reglas de ese rubro pueden supervisarse.
Por ello, la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), que preside Jesús Cabrera, redoblará esfuerzos para que esa cifra pueda tener el crecimiento que el mercado interno e internacional requieren, pues las NOMs, así como las Normas Mexicanas (NMX) y Normas Internacionales de obediencia voluntaria, son una herramienta de apoyo para autoridades, empresarios y consumidores al garantizar calidad, seguridad e inocuidad.
En nuestro país, la EMA es la institución responsable de evaluar y acreditar a los organismos que verifican, prueban y certifican que los productos y servicios cumplen con las normas de seguridad, salud y cuidado al ambiente.
Dicho organismo celebra hoy su 20 aniversario y cuenta con un Consejo Directivo en el que participan nueve Secretarías de Estado, además de los principales organismos empresariales como lo son la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), de Francisco Cervantes; el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), que preside Bosco de la Vega y Concanaco, que lleva José Manuel López.
En estas dos décadas, el organismo que dirige desde su creación María Isabel López, ha logrado consolidarse como una organización con los máximos reconocimientos internacionales en materia de acreditación, tan es así que se convirtió en uno de los más de 100 signatarios de los acuerdos de reconocimiento de los máximos foros de acreditación como son el Foro Internacional de Acreditación (IAF) y el Foro Internacional de Acreditación de Laboratorios (ILAC).
La EMA ha otorgado más de 5 mil 570 acreditaciones en sectores como el agroalimentario, ambiental, salud, construcción, hidrocarburos, entre otros, con lo que se busca no sólo salvaguardar la salud, seguridad y patrimonio de la sociedad mexicana, sino que además la protección al ambiente y las vías de comunicación.
La ruta del dinero
Fíjese que este fin de semana se produjo una buena noticia para Altos Hornos de México (AHMSA). La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCyA), notificó a la empresa que quedó sin efecto un laudo que suspendió desde el 28 de noviembre de 2018 sus relaciones laborales con el Sindicato Nacional Democrático Minero, encabezado por Ismael Leija Escalante, y que agrupa a 14 mil trabajadores. Ante el anuncio AHMSA y una de sus subsidiarias, Minera del Norte (Minosa), se ampararon y finalmente la Junta aceptó como favorable su petición para que reanudaran las relaciones laborales con ese sindicato. Y bueno, el viejo líder minero, Napoleón Gómez Urrutia, había presionado para que la Junta retirará el registro sindicato a la agrupación de Leija. Los trabajadores napistas dicen que el laudo de la JFCyA fue sólo para que los democráticos recuperaran sedes sindicales, situación que es negada por estos últimos.
