Por José Antonio Chávez
El líder nacional del PAN, Marko Cortés visitó el estado de Puebla, la idea fue llevar calorcito a la militancia que está destrozada después que perdieran a su gobernadora Erika Alonso yal senador Rafael Moreno Valle.
Su propuesta fue más que bien recibida de cerrar filas, pues es la única forma si realmente quieren recuperar esa gubernatura que ganaron, como haya sido, con la hoy fallecida Alonso.
Saben que si no logran empujar unidos, difícilmente podrán enfrentar la maquinaria de Morena que, sin importar el o la candidata, ese partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador está decidido a arrebatárselos.
Marko Cortés pidió a los panistas impulsar con todo al precandidato Enrique Cárdenas porque es la persona que los abanderara y necesita de todo el esfuerzo blanquiazul para lograrlo.
El estado de Puebla ha sido gobernado por los panistas, han logrado transformar esa entidad que hoy destila aroma de crecimiento financiero, certidumbre para el inversionista y sobrada planta laboral en la mayoría de los sectores.
El liderazgo de Cortés quiere atraer el respaldo de los 11 gobernadores una vez que se consuma el registro como candidato.
Esa es la apuesta de llevar a Puebla el mayor respaldo de su militancia, de esos gobiernos estatales, de los municipios y del Congreso de la Unión, es decir de los más de 80 diputados y 24 senadores con sus coordinadores Juan Carlos Romero Hicks y Mauricio Kuri.
Desde luego que los panistas saben que esa es una herramienta significativa para cuidar el voto y operar para su promoción, echar mano de los diputados y senadores siempre ha sido elemental pues es la forma de abarcar el terreno que en zonas es intransitable políticamente hablando.
Quien no recuerda a los legisladores que operaron en las elecciones a gobernadores de 12 entidades en 2016, entre otros,Jorge Luis Preciado junto con el también senador, Daniel Avila Ruiz meterle todo a Quintana Roo en apoyo a Carlos Joaquín. Al segundo incluso le valió la detención por policías de Cancún porque estaba gravando la compra de votos del Verde y PRI. Como obligación, ellos aportan sus recursos en toda su permanencia.
Bueno, hoy está en puerta elegir Puebla y Cortés quiere retener el triunfo que les dieron el pasado 1 de julio, por eso la apuesta es que la militancia cierre filas y los poblanos vuelvan a darle el voto, un escenario nada sencillo si tomamos en cuenta que también enfrentarán un fenómeno de marca que se llama AMLO.
ARRANCA BIEN, PERO NO ES GARANTIA CON 100 DIAS
Desde luego que no es garantía certificar el gobierno de Claudia Sheinbaum en sus primeros 100 días, pues para nadie es secreto las valoraciones en seguridad, crecimiento económico, calidad de vida, inversiones y más, apenas se están acomodando.
El arranque sin duda, como todos los gobiernos que empiezan, es positivo, llevan las mejores intenciones aunque la tarea no sea fácil. Si agregamos el apapacho presidencial, de los mandamás del Partido, Yeidckol Polevnsky, del senado Marti Batres y de San Lázaro, Mario Delgado, pues no se puede quejar. El gran ausente, su acérrimo contrincante de ese grupo, el líder de los senadores, Ricardo Monreal que se le vio andaba por Palacio Nacional en reunión con el Presidente López Obrador.
Ahora, la bandera que sin duda será aplaudida, es la misma que lleva el Presidente López Obrador de combatir la corrupción, que es la principal causa de indignación al país o entidad. Más grave cuando se habla de esos saqueos que sufrieron las finanzas públicas.
Lo que puede favorecer a la jefa de la Ciudad de México, es sin duda que en su primer año de gobierno pueda dar resultados positivos sobre todo que se cumplieron los compromiso de campaña como son disminuir o erradicar la inseguridad que lleva la extorsión y el cobro de piso, los moches en contratos de compra de gobierno y las obras públicas, entre tantas y tantas tranzas.
Entonces sí, con cifras que paralelamente se respalden con la percepción de la ciudadanía, podrá presumir que su gobierno va por el camino correcto, antes nada.
ACUSAN A GOBERNADOR DE GUERRA SUCIA CONTRA CONGRESO
Dicen los que saben que ayer el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad seguía operando para cerrarle el paso y dejar fuera de la logística al diputado de morena, Ricardo Baptista al evento del Presidente Andrés Manuel López Obrador que visitará este lunes la refinería de Tula, para conmemorar el aniversario de la expropiación petrolera.
La idea del gobernador es evitar que el diputado y presidente del Congreso local le entregue de mano a López Obrador, una carta a nombre de la bancada mayoritaria de Morena para acusar de la guerra sucia y el cerco informativo del señor gobernador, pues para nadie es secreto del control que tiene casi completo de los medios locales que, además lo señalan de haber puesto en contra de ese Congreso y para su información es el contrapeso al gobierno. Bueno, a ver qué cara pone el gobernador cuando frente a él, el congresista lo acuse con el Presidente.