Por Rogelio Varela
Como cada sexenio el panorama para los productores de caña de azúcar se ensombrece.
Aunque en la administración que recién inicia se ha dispuesto otorgar un apoyo a cada productor de caña de 7 mil 300 pesos al año que estarían recibiendo entre mayo y junio, ni de lejos resuelve su problemática, a decir de Carlos Blackaller Ayala, presidente de la Unión Nacional de Cañeros.
Según Blackaller se requiere que el futuro de la caña de azúcar sea resultado del trabajo coordinado de varias secretarias pensando en la sustentabilidad.
Por lo pronto, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula se ha reunido con productores e industriales de la cadena productiva de la caña de azúcar con el objetivo de instrumentar un plan de trabajo para tratar de cambiar las condiciones de vida de unos 170 mil productores de caña que como le digo recibirán un apoyo económico para compensar sus ingresos.
Como le digo es un tema complejo porque de estrada se estima que México tiene al año excedentes de azúcar por más de 1.5 millones de toneladas donde Estados Unidos absorbe sólo 780 mil toneladas a partir de un estira y aflija con todo y TLCAN no se ha podido acordar un mercado regional de edulcorantes donde también participa la alta fructosa con 1.6 millones de toneladas en nuestro mercado.
Será a fines de este año cuando México y Estados Unidos estén en condiciones se sentarse a negociar un acuerdo azucarero, pero el balde de agua helada que recibieron los productores de jitomate y la tímida postura de la secretaria de Economía Graciela Márquez no abren espacios para algo bueno al otro lado del río Bravo.
En el ámbito local se debe fijar un precio para la caña para la siguiente zafra donde la intención de los agricultores es conseguir un mejor precio, pero los industriales no tienen un gran margen para negociar.
Añada que con los problemas de obesidad del mexicano se ha satanizado el consumo de refrescos y alimentos con alto contenido calórico, amén que desde el Congreso el diputado Alfonso Ramírez Cuellar ha amagado con poner más impuestos a refrescos y comida chatarra a partir del 2020.
Y bueno, la secretaria de Energia de Rocio Nahle García tampoco le ha querido entrar al tema ya que se optó por una refinería tradicional en Dos Bocas, Tabasco en vez de incorporar la producción de etanol para oxigenar las gasolinas que produce Pemex.
La ruta del dinero
A propósito de agronegocios, Coca-Cola México que preside Galya Molinas acaba de inaugurar la planta de Jugos del Valle-Santa Clara, ubicada en Lagos de Moreno, Jalisco. La factoría generará 3 mil 700 empleos al alcanzar su máximo de operación y de momento inicia con 4.5 millones de litros mensuales de leche blanca, lechitas saborizadas y néctares. La intención del gigante de las bebidas es fortalecer al sector agropecuario a través de la coordinación de esfuerzos entre sociedad, gobierno y empresa. La nueva planta implicó una inversión de 2 mil millones de pesos y fortalece el compromiso de la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) con México, a lo que se suma otra planta en Pachuca, Hidalgo, donde también elabora lácteos, jugos y néctares.