Por Rogelio Varela
A partir de un proceso de ensayo-error las compras de medicinas e implementos médicos siguen sin regularizarse, por lo que priva el desabasto.
En marzo pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó graves e infundadas acusaciones contra las empresas dedicadas a la distribución de medicamentos para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y anunció un veto contra tres de estas compañías.
El pecado era concentrar más del 60 por ciento de las compras consolidadas, pero lo cierto es que las empresas farmacéuticas internacionales no venden de manera directa al gobierno porque no hay garantía de pago.
Ese pequeño detalle se le olvidó informar al Presidente de la República y por esa razón hizo la excepción al “veto” contra las empresas distribuidoras de medicamentos para poder atender el desabasto de medicamentos para la atención de pacientes de VIH-SIDA.
El problema del desabasto puede crecer y afectar a todo el sistema de salud ya que encara más retrasos, lo que involucra no sólo a la SHCP de Carlos Urzua, también a la secretaria de Salud de Jorge Alcocer.
Y es que la publicación del Proyecto de Convocatoria para la Licitación Internacional Abierta Electrónica No. PC-012000991-E64-2019 se fijó para el 30 de abril y se publicó hasta el martes 14 de mayo. La publicación, debía de realizarse el 7 de mayo y se dará a conocer el próximo 23 de mayo. La presentación de las propuestas cambió del 27 de mayo al 12 de junio. El fallo se recorrió del 10 al 21 de junio. La SHCP prevé que los contratos se firmarán hasta el 3 de julio.
La ruta del dinero
Como se esperaba luego del retraso en la divulgación de la información por parte del IMSS de Germán Martínez, en abril pasado sólo se crearon 30 mil 419 empleos, lo que refleja la desaceleración de la economía. En los últimos años México había avanzado mucho en lo que refiere a la publicación de información estadística oportuna, pero al parecer vamos como los cangrejos… Hace días le comentaba de los intentos de desestabilización del interior de Cooperativa La Cruz Azul y ahora la convocatoria a una reunión del consejo de administración que resultó una simulación luego que nada más asistieron cuatro consejeros. Al respecto la cementera que comanda Guillermo Alvarez Cuevas acaba de informar que dicha reunión carece de toda legalidad, y por tanto, las resoluciones tomadas. Lo cierto es que la lucha iniciada por el poder de una de las cementeras más importantes del país es resultado de la ambición de dos ejecutivos que han sido cesados de sus funciones, me refiero a José Antonio Marín y Victor Manuel Velázquez y que están haciendo un tremendo daño a esa organización afectando no sólo el ambiente laboral sino también la relación con distribuidores y por supuesto con bancos. El caso es que esta asamblea fallida es resultado de una asamblea de cooperativistas convocada hace unos días que no tuvo quorum y que habla del respaldo de los trabajadores a la gestión de Guillermo Alvarez Cuevas.