Por José Antonio Chávez
El líder de los senadores, Ricardo Monreal está en un compás de espera para que el nuevo presidente de la Suprema Corte y Consejo de la Judicatura, Arturo Zaldívar Lelo de la Rea actúe al interior sobre la sacudida que debe haber en ese Poder.
Hay casos de corrupción graves, jueces y magistrados, y como nunca se les tocó actuaban con total impunidad. Nunca se les tocó, caminaban como hombres y mujeres respetables, cuando en la práctica vendían la justicia al mejor postor, liberaban delincuentes, absolvían criminales.
Quien no recuerda que Monreal les pegó donde les duele a esos jueces y magistrados envueltos en las sabanas de corrupción. Desde luego que le dolió a ese Poder cuando dijo que necesitaba una sacudida.
Citó actos de algunas entidades donde los mandamás de los circuitos mantenían hasta 17 familiares en su jurisdicción. Dicen los que saben que Monreal trae algo bajo las mangas y el presidente Lelo de la Rea lo sabe.
Hay expedientes con pruebas hechas y derechas de un sinnúmero de casos de jueces y magistrados que poseen fortunas con cuentas bancarias, inmuebles y más, que sin duda inquieta a cualquier mandamás del sector acusado.
Tal vez por eso los mexicanos ahora pueden hacer reflexión o entender ese actuar, por qué absolvían delincuentes y a los que no tenían dinero les cargaban la mano con sentencias exageradas. Un equilibrio para presentar trabajo.
Monreal señaló que no les gusto a muchos, pero que tenía razón cuando hablaba de corrupción mucha gente se ofendía en el Poder Judicial, porque nadie los tocaba y hasta ahora se está abriendo este tipo de situaciones que son muy graves y remató que eso es porque no hay justicia o porque la justicia está al mejor postor.
En la Cámara de Diputados de Porfirio Muñoz Ledo, también Mario Delgado alista secundar esta sacudida, ya sea por medio del presidente de la Corte que va llegando o por medio de iniciativas, pues de una cosa puede estar seguro, la línea de Palacio Nacional es acabar con la corrupción, trátese de quien se trate.
Naturalmente que eso es un secreto a voces, obviamente para ningún mexicano es cosa nueva, solo que ahora Monreal lo hace oficial. Puede estar seguro que el tema apenas comienza.
CDMX consume 900 millones de bolsas de plástico
A mediados de junio se espera se cumpla el plazo para que entre en vigor la reforma que prohíbe la comercialización de bolsas de plástico en la Ciudad de México, que impulsó la diputada del Partido Verde, Teresa Ramos.
Es una iniciativa que por su importancia recibió el respaldo casi total (porque hubo una abstención), de las bancadas del Congreso de la Ciudad de México y, obviamente la mano del mandamás de Morena, José Luis Rodríguez.
No es cosa ligera empujar la prohibición de estos productos plásticos que se ha incrementado, no solo en la capital sino en todo el país, por no hablar de otras partes del mundo y cuyo daño es preocupante.
Para que se dé una idea, esta reforma que contempla entrar en funciones desde el primer minuto del 2020, primero con la prohibición de bolsas de plástico y en 2021 se extenderá a cucharas, platos, tenedores, globos, cápsulas de café y más, genera un consumo por persona de 150 bolsas al año.
Se imagina el número que alcanzaría por todos los habitantes, es decir como ejemplo en la CDMX existen unos 9 millones de personas y de ellos unos seis millones son consumidores, multiplíquelo entonces por 150 y esa cifra es por año.
La medida es sin duda más que bien aceptada por la sociedad, pero, qué pasará con los fabricantes de plástico que invirtieron y generan una planta laboral.
Bueno, la diputada Ramos explicó que el gobierno de Claudia Sheinbaum respaldó de forma extraordinaria esta iniciativa, vaya desde hace tiempo concentró reuniones con esos empresarios para hacerles ver el beneficio y con ellos generar conciencia y buscar acuerdos.
Cambiar la fabricación de bolsa de plástico por compostable que permite desintegrarse en menos de cuatro años, con una disminución de daño al medio ambiente, esa una alternativa para evitar el cierre de fábricas y despido de empleados.
Carlos Joaquín sorprende a Durazo
El Secretario de Seguridad, Alfonso Durazo se sorprendió cuando la alcaldesa de Solidaridad donde se ubica Playa del Carmen, Laura Beristaín lo puso al tanto que el gobernador de Quintana Roo, -el panista-perredista- Carlos Joaquín llegó para arrebatarle la Seguridad Pública, es decir quitarle el mando de la Policía Municipal, una auténtica violación a la autonomía del Ayuntamiento.
El argumento que tomó el cargo es por la inseguridad que se ha desatado en ese municipio de balaceras recientes con muertos y heridos. Aunque como autoridad suprema del Estado, la queja de la alcaldesa es que su gobierno los abandonó, vaya los dejó a la deriva sin reforzar los operativos contra la delincuencia.
Acusan incluso que no hay duda que pudo ser una estrategia de su Secretario de Seguridad, Jesús Alberto Capella, el mismo que fue denunciado ante la entonces PGR por el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco que lo acusó de desestabilizar el estado de Morelos con Graco Ramírez y robarse los 27 millones del programa Fortalecimiento de Seguridad.
Dicen los que saben que el actuar del gobernador es porque se siente perdido en las elecciones venideras de renovación del Congreso que se registrarán en menos de 15 días. Y que busca recuperar ese municipio, donde reside y que por siempre ha controlado, hasta hoy que se atravesó esta presidenta que es del partido moreno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. A Capella, López Obrador dijo en la mañanera que se le va a investigar.
Exhiben buen trato en Senado ¿a ver cuanto les dura?
Concluyó el primer año de sesiones del Senado presidido por Martí Batres y algo que llamó la atención fue el cambio que sufrió el trato del personal de Resguardo Parlamentarios que dirige Fidel Ortíz hacia los miles de visitantes y del propio personal que labora.
Son los elementos que resguardan la seguridad del inmueble y los primeros en tener contacto con los visitantes y empleados para dar accesos, que hoy, desde la llegada de Don Fidel parece que eliminaron, primero, los malos modales y, segundo el tardado burocratismo para autorizar.
Ahora falta ver si también Claudia Sheinbaum asume con carácter y deja de lado el temor y manda limpiar las dobles filas de carros estacionados –que se sienten senadores- que son el principal generador de caos vial frente al inmueble. Bueno, ni patrullas pasan.
