Por Rogelio Varela
En su cruzada contra la corrupción Irma Eréndira Sandoval no solo debe concentrar su atención en el personal de dependencias, instituciones y órganos desconcentrados, también debe hacerlo en sus propios “aliados”, ya que desde los Órganos Internos de Control (OIC) deja mucho que desear.
Un claro ejemplo es el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en donde se ha señalado a su Director Mario Alberto Rodríguez Casas de operar anómalamente, incluso con la ayuda de Rubén Gómez Montes de Oca, encargado del área de Responsabilidades del OIC.
La historia comenzó cuando a sabiendas de que excedían las disposiciones del Contrato Marco para la adquisición del servicio de limpieza, el Instituto abrió la Licitación a Cuando Menos Tres Personas IA-001B00001-E314-2019, situación que fue denunciada luego de presiones mediáticas.
Acto seguido, Gómez Montes decidió suspender el proceso definitivamente, motivo por el que Gott und Glück S.A. de C.V. continúa encargándose del aseo de sus instalaciones, a pesar de que entre las 14 participantes de la licitación cancelada existían ofertas con las que podrían conseguirse ahorros considerables.
Al momento, el IPN no ha dado a conocer un nuevo procedimiento de contratación, motivo por el que hay sospechas de que todo se trató de un plan bien pensado para favorecer a la actual proveedora. Lo más grave es que estaría involucrado el OIC.
La ruta del dinero
Queda claro que los operadores de la corrupción no son fáciles de ubicar y menos de desterrar, pues lo suyo es actuar en la sombra y tapar toda huella ya sea con ardides burocráticas y contables. Pero uno de ellos y su más importante aliado han sido puestos al descubierto por los buenos oficios del secretario Víctor Villalobos. Solo es cuestión de tiempo para que se proceda contra ellos por los múltiples abusos cometidos en el Centro Social y Deportivo José López Portillo de la CDMX que da servicio a los trabajadores de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural así como al público en general. El director de ese centro Pedro Hernández y su director de contabilidad, Salvador Mancha Jiménez, se dieron a la tarea de exprimir el también llamado CENSODEP desde el sexenio pasado, presuntamente con obras ficticias y/o con precios inflados o de a tiro inexistentes así como también con la penada compra de facturas y alteración de las mismas a fin de obtener cantidades notables de dinero. Vaya, los negocios les fueron tan grandes y la impunidad les cobijó tanto que, por ejemplo, Hernández pudo comprarse en 2017 una hacienda en su natal Querétaro, remodelarla a su gusto pese a las objeciones del INAH de Diego Prieto. Por supuesto que los salarios y bonos recibidos por trabajar en un centro deportivo ligado al gobierno federal no da para eso lujos, pero lo suyo fueron los negocios, pero la nota es que ya se ha tomado cartas en el asunto… Reconocido como uno de los foros más importantes de América Latina en el fomento a las libertades, el arte y la reflexión, el concurso Caminos de la Libertad de Grupo Salinas celebró su cuarto Concurso de Caricatura con la participación de 788 obras de México y otros 115 países. El ganador en esta edición fue Carlos Adalberto Delgadillo y Paredes.