Rogelio Varela
Quien iba a pensar que ante la difícil situación de la emergencia sanitaria del COVID-19 alrededor del mundo, se ha relanzado un producto que en la última década ha sido duramente criticado, se trata de las bolsas de plástico, misma que en México suma al menos 18 estados en donde existen leyes o iniciativas para prohibir su uso.
Basta revisar las declaraciones de los últimos días por parte de autoridades de ciudades como Nueva York, Maine o Massachusetts en los EUA; Kent, en Inglaterra; o Madrid, en España, urbes en donde se han suspendido las prohibiciones de bolsas de plástico de un solo uso, haciendo un llamado a utilizar estos y otros productos desechables, ya que no retienen microorganismos y pueden ser desechados al instante.
Así, en nuestro país el sector agrupado en la Asociación Nacional de Industrias Plásticas (ANIPAC) de Aldimir Torres, y los Industriales de Bolsas Plásticas (INBOPLAST), de Álvaro Hernández, asumen el compromiso en cuanto al abasto de productos de plástico como cubrebocas, dispensadores para gel antibacterial, guantes quirúrgicos, jeringas, plumas de insulina, tubos intravenosos, empaques valorizables para alimentos y bolsas para separación de residuos, entre otros.
Y vaya que en los últimos años el sector ha hecho la tarea al incorporar innovaciones y tecnologías de punta en la fabricación de bolsas de plástico, al adherir elementos de calidad, durabilidad y sustentabilidad. Sumado a que en estos momentos pueden ser fundamentales para evitar la propagación del virus, principalmente, por sus características higiénicas, su bajo costo y su capacidad para gestionar alimentos.
Asimismo, diversas propuestas ya fueron presentadas al gobierno de la CDMX de Claudia Sheinbaum y a la SEMARNAT de Víctor Manuel Toledo, mismas que contemplan permitir un rediseño de las bolsas de acarreo reutilizable, es decir, elaborarlas con 50% de material reciclado y otras 100% reciclables, esto a través de una Norma Técnica Nacional y un adecuado plan de manejo, lo que además se traduciría en empleos para los acopiadores.
Por último, valdría la pena revisar el estudio realizado por el Centro de Análisis de Ciclo de Vida y Diseño Sustentable, en donde se demuestra que la bolsa de menor impacto al ambiente es la de camiseta tradicional de polietileno, además de que genera la menor huella ambiental, mismos que son impactos al medio ambiente que ocurren durante el ciclo de vida de un producto o servicio.
Quien iba a pensar que ante la difícil situación de la emergencia sanitaria del COVID-19 alrededor del mundo, se ha relanzado un producto que en la última década ha sido duramente criticado, se trata de las bolsas de plástico, misma que en México suma al menos 18 estados en donde existen leyes o iniciativas para prohibir su uso.
Basta revisar las declaraciones de los últimos días por parte de autoridades de ciudades como Nueva York, Maine o Massachusetts en los EUA; Kent, en Inglaterra; o Madrid, en España, urbes en donde se han suspendido las prohibiciones de bolsas de plástico de un solo uso, haciendo un llamado a utilizar estos y otros productos desechables, ya que no retienen microorganismos y pueden ser desechados al instante.
Así, en nuestro país el sector agrupado en la Asociación Nacional de Industrias Plásticas (ANIPAC) de Aldimir Torres, y los Industriales de Bolsas Plásticas (INBOPLAST), de Álvaro Hernández, asumen el compromiso en cuanto al abasto de productos de plástico como cubrebocas, dispensadores para gel antibacterial, guantes quirúrgicos, jeringas, plumas de insulina, tubos intravenosos, empaques valorizables para alimentos y bolsas para separación de residuos, entre otros.
Y vaya que en los últimos años el sector ha hecho la tarea al incorporar innovaciones y tecnologías de punta en la fabricación de bolsas de plástico, al adherir elementos de calidad, durabilidad y sustentabilidad. Sumado a que en estos momentos pueden ser fundamentales para evitar la propagación del virus, principalmente, por sus características higiénicas, su bajo costo y su capacidad para gestionar alimentos.
Asimismo, diversas propuestas ya fueron presentadas al gobierno de la CDMX de Claudia Sheinbaum y a la SEMARNAT de Víctor Manuel Toledo, mismas que contemplan permitir un rediseño de las bolsas de acarreo reutilizable, es decir, elaborarlas con 50% de material reciclado y otras 100% reciclables, esto a través de una Norma Técnica Nacional y un adecuado plan de manejo, lo que además se traduciría en empleos para los acopiadores.
Por último, valdría la pena revisar el estudio realizado por el Centro de Análisis de Ciclo de Vida y Diseño Sustentable, en donde se demuestra que la bolsa de menor impacto al ambiente es la de camiseta tradicional de polietileno, además de que genera la menor huella ambiental, mismos que son impactos al medio ambiente que ocurren durante el ciclo de vida de un producto o servicio.
La ruta del dinero
Entre los empresarios que se suman a las voces de redoblar esfuerzos para hacer frente a los retos sanitarios y económicos del COVID-19 anote a Ricardo Benjamín Salinas Pliego. El mandamás de Grupo Salinas dijo que la gran mayoría de la población mexicna vive al día y tiene pocos ahorros para paliar una caída de la economía, por lo que se pronunció por encontrar las mejores alternativas para defender el empleo. ..Nada que el titular de la Semarnat, Víctor Toledo Manzur, volvió a arremeter en contra del sector empresarial global y volvió a encender las alarmas entre el empresariado mexicano. Ahora, en referencia al Covid-19, expuso que otro virus mortal que existe en nuestra propia especie: el 1 por ciento que destruye el delicado equilibrio del planeta, los 500 corporativos, bancos y magnates que lista la revista Fortune. Contra ellos será la próxima guerra.