Rogelio Varela
Conforme aumentan las presiones económicas a raíz del COVID-19 crecen las divisiones en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Existe un pequeño grupo liderado por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez que buscan modificar de tajo el Presupuesto de Egresos de la Federación para aplicar una serie de medidas anticíclicas para alentar la demanda, y otros que son la gran mayoría por cierto, no mueven ni un ápice sus atavismos ideológicos.
El divisionismo viene de meses atrás, pero como le digo, tal parece que los intereses políticos, ideológicos e incluso personales pesan más, y a pesar que se anticipa una caída fuerte del PIB en 2020, no existe ni de lejos un consenso para aplicar un plan económico de apoyo como sí se dio en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa con el virus AH1N1 donde se echó mano del presupuesto para evitar una caída mayor de la economía.
Y bueno, en rubros muy concretos esa división es más que evidente, apenas esta semana Carlos Salazar Lomelín, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, cuestionó acremente la gestión del titular de la Semarnat, Víctor Toledo Manzur en la consulta relativa a la cervecera que construía en Mexicali la estadounidense Constellation Brands.
Toledo acaba de decir que habrá una guerra en contra de los corporativos industriales y financieros globales a los que califica de un “nuevo virus” en los momentos que más se necesita inversión y empleos.
Del otro lado de la mesa se ubica a la Secretaría de Economía, con Graciela Márquez, quien con su equipo de subsecretarios trata de enderezar el barco y hacer propuestas técnicas para frenar el deterioro económico. Dos tendencias diferentes en la 4T. ¿Cuál prevalecerá?
La ruta del dinero
Le decía que el banco comercial que reaccionó más rápido a la crisis del COVID-19 fue Banorte que a pocos días de anunciar su Programa de Diferimiento de Pagos ha recibido más de 65 mil solicitudes de sus clientes. El propio presidente del Grupo Financiero Banorte, Carlos Hank González se suma a las voces que se deben tomar medidas para preservar el empleo en esta difícil coyuntura… La premura con que el equipo de Alberto Ortiz Bolaños echó a andar el Fondo de Protección de Pagos generó riesgos altos en el Instituto Fonacot, así lo revela la Auditoría 04/2019; sin embargo el Comité de Transparencia decidió no darlo a conocer públicamente, tal como respondieron el Titular de la Unidad de Transparencia y Atención Ciudadana, Gerardo Pigeon Solorzano y el titular del Órgano Interno de Control, Leopoldo Garduño. Su argumento es que las áreas comprometidas, entre ellas, la Dirección General Adjunta de Crédito y Finanzas, a cargo de Roberto Barrera, se encuentran tomando acciones respecto a las recomendaciones realizadas, pero se olvidan que entre ellas está la violación de al menos 20 leyes y reglamentos. ¿Cuál será la opinión de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, y del presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Juan Pablo Graf?