Por Rogelio Varela
La oleada de bancarrotas por las secuelas económicas del COVID-19 comienza a preocupar a los bancos, ya que muchas empresas no cuentan con la caja para hacer frente a sus adeudos de corto plazo.
Como sabe la industria del transporte con operaciones internacionales se encuentra desde hace semanas entre los primeros afectados con una importante caída en sus operaciones que los ha orillado a forzar algún tipo de reestructura.
Por lo pronto, la naviera Hornbeck Offshore México acusada de operar con un esquema corporativo simulado para prestar servicio de cabotaje en el Golfo de México enfrenta un futuro financieramente complicado.
Su controladora en Estados Unidos solicitó hace unos días acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en el estado de Texas para para lograr un acuerdo con sus acreedores.
Y es que la empresa tiene un adeudo por unos 2 mil 200 millones de dólares que se ve muy cuesta arriba honrar
El tema es relevante para la operación en nuestro país toda vez que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de Javier Jiménez Espriu comprobó que el manejo real de la empresa está en manos de su controladora.
Es decir, que si no logra superar ese episodio de crisis ó la solicitud hecha ante la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC) no es aceptada, Hornbeck Offshore México corre el riesgo de que sus clientes, entre los que se encuentran Pemex, Repsol, Shell y China National Offshore, le rescindan los contratos.
Actualmente la naviera opera 16 embarcaciones en territorio mexicano, la última por cierto autorizada increíblemente apenas hace un mes, no obstante que mantiene un litigio contra la Dirección General de Marina Mercante por violar el artículo 40 de la ley de navegación en el juzgado séptimo en materia administrativa en la Ciudad de México.
Como sea, una crisis de pagos para muchos sectores está a la vuelta de la esquina lo que obligará reestructuraciones a marchas forzadas en momentos en que buena parte de las economías de Estados Unidos y México están paralizadas para evitar un contagio mayor por el coronavirus.
La ruta del dinero
El Comité Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) elegirá esta semana a quien releve a Manuel Escobedo Conover quien durante sus tres años de gestión logró dar visibilidad a un tema prioritario: impulsar una Política Pública de Administración de Riesgos. Escobedo Conover destacó también por el trabajo coordinado con la Secretaría de Hacienda en beneficio de los asegurados durante los sismos de septiembre 2017, evento que causó daños por 60 mil millones de pesos y que significó pagos de las aseguradoras por 31 mil millones de pesos y recientemente logró sinergia con la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas para priorizar la atención por el Covid-19. Y bueno, deja un sector asegurador con una penetración de 2.38% respecto al PIB, y gran fortaleza financiera con 3.1 veces el capital requerido por ley, por lo que las asociadas a AMIS garantizan el cumplimiento de sus obligaciones con aquellas personas que tengan una póliza.