Rogelio Varela
En un hecho inédito en la historia de los mercados ayer el precio del petróleo WTI para su entrega a mayo cotizó en -40 dólares.
En el pasado se habían dado números negativos en tasas de interés, pero jamás para el llamado oro negro.
La explicación es simple: la recesión global por el coronavirus ha ocasionado que la oferta de crudo en todo el planeta rebase con mucho la demanda porque las economías están paradas.
Los depósitos de petróleo y gasolinas de los países ricos prácticamente están hasta los topes, y más allá de un registro contable que ha regresado el miedo a los inversionistas, el mensaje del contrato a futuros de mayo del WTI revela que la recesión global orillará a Pemex a malbaratar su patrimonio.
No se ve en el corto plazo cómo puedan regresar los precios del petróleo a las cotizaciones que se tenían apenas en febrero pasado.
Lamentablemente la propuesta que desechó el presidente Andrés Manuel López Obrador y la secretaria de Energia, Rocio Nahle de recortar la capacidad de Pemex en 400 mil barriles diarios como lo pedían la OPEP y sus aliados era una buena idea.
El año pasado Pemex de Octavio Romero Oropeza con precios del crudo de 50 dólares registró pérdidas por más de 346 mil millones de pesos, esto fue prácticamente el doble a lo registrado en 2018, y con los precios actuales el escenario es francamente sombrío para la empresa más importante de México.
La ruta del dinero
La start-up de hospitalidad OYO Hotels, de Francisco Sordo, anunció la extensión de su iniciativa de mil noches de hospedaje gratuito para personal médico que combate al Covid-19 en los hospitales del país. Para ello, hace un llamado a la población a descargar y apoyar la App “Regala una Noche a un Héroe”, lo que además de contribuir con el bienestar de los médicos, enfermeras y el cuidado de sus familias, también permite que los hoteles continúen recibiendo ingresos dentro de esta coyuntura, logrando mantener las fuentes de empleo que genera este sector.