Pulsa «Intro» para saltar al contenido

El vórtice polar y la electricidad en Texas

Tiempo de lectura: 3 minutos

Loomis Sayles

Hace un par de semanas, un vórtice polar sin precedentes arrasó con la región sudoeste de EEUU. El frío intenso forzó a las plantas eléctricas de Texas a parar la producción, lo que generó una serie de apagones y dejó a más de cuatro millones de hogares sin energía eléctrica. Simultáneamente, la demanda de electricidad se elevó significativamente ya que los residentes intentaban tener calefacción en sus hogares, lo que creó un desequilibrio considerable en el mercado y aumentó los costos. Desde el viernes 19 de febrero, la electricidad regresó a gran parte del estado, pero la preocupación por el agua persiste para unos 13 millones de habitantes en Texas. Esta falla sistémica del mercado puede atribuirse a múltiples factores:

  • Las anormales bajas temperaturas congelaron la infraestructura clave de instalaciones de gas natural, carbón y nucleares, muchas de las cuales no estaban acondicionadas para soportar dichas temperaturas.
  • La nieve y el hielo requirieron recursos renovables de energía como turbinas eólicas y paneles solares mayormente inoperables. Texas, típicamente uno de los estados más calurosos de EEUU, no había equipado sus turbinas con aislantes para el frio como mecanismos de calefacción o lubricantes.
  • La red eléctrica de Texas opera a través del Consejo de Soporte Eléctrico de Texas (ERCOT), que permite a las empresas de suministros comprar y vender exceso de energía en un mercado integrado. Pero ERCOT se diferencia de otros operadores de sistemas regionales independientes en que carece de conectividad con otros estados. Esto ha aislado al mercado y creado limitantes en el abasto en Texas.

Las herramientas para sortear la tormenta

Los proveedores municipales de electricidad en Texas probablemente sufrirán daños en múltiples áreas. Aunque la demanda se ha incrementado, las ganancias probablemente se interrumpirán temporalmente ya que los proveedores no podrán generar energía consistentemente. Para las empresas que necesitan comprar electricidad adicional para cubrir la demanda, el incremento en los precios añade presión al gasto hasta que el mercado se equilibre de nuevo y opere apropiadamente. Sin embargo, los proveedores eléctricos municipales poseen varios mecanismos para ayudar a enfrentar la volatilidad. Tienden a beneficiarse de capacidades no reguladas en la fijación de precios que pueden permitir una recuperación de costo para ayudar a recuperar las ganancias perdidas.

Históricamente, estos mecanismos de recuperación de costos han conducido a una sólida liquidez y medición de cobertura, dando un margen financiero adicional para los proveedores eléctricos municipales. Los proveedores minoristas en Texas tienen en promedio 253 días para contar con efectivo y una cobertura en el pago de deuda de 3.1x, mientras que los proveedores mayoristas tienen 360 días en promedio para el efectivo y cobertura del pago de deuda de 1.8x.[i]

Las empresas podrían tener que recurrir a las reservas, pero espero que las implicaciones en el crédito sean temporales. FEMA está brindando ayuda, el frío inclemente está cediendo, y la electricidad deberá estabilizarse. 

Lecciones aprendidas

A futuro, opino que la disrupción del mercado eléctrico de Texas será un importante caso de estudio para la planeación de políticas. La disrupción ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura eléctrica esencial, dentro del estado y en el país. Con fenómenos climáticos extremos cada vez más comunes, las empresas proveedoras del mercado deben garantizar que podrán continuar suministrando energía confiable a los residentes. Creo que este punto será cada vez más importante a la vez que la política energética federal se mueve hacia recursos renovables más intermitentes. En mi opinión, los operadores independientes del sistema deben tener controles para ayudar a mantener un mercado operativo. Además, los proveedores de energía que dependen de las fuentes renovables deben asegurar su acceso a un suministro complementario de energía hasta que la tecnología de almacenamiento de baterías pueda evolucionar para apoyar la generación eléctrica en tierra.