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Cumbre del cambio climático

Tiempo de lectura: 3 minutos

Por: Miguel Tirado Rasso

Leemos en la página de la ONU, que “el cambio climático puede ser un proceso natural en el que la temperatura, las precipitaciones, el viento y otros elementos varían durante décadas o más…(que) en la actualidad estamos experimentando un rápido calentamiento sin precedentes debido a las actividades humanas, principalmente por la quema de combustibles fósiles que generan emisiones de gases de efecto invernadero”.

Y, aún cuando los efectos del cambio climático son innegables, hay quiénes todavía se resisten a aceptar el fenómeno del calentamiento global, desdeñando la opinión de la comunidad científica, niegan la existencia del problema y, cuando la admiten, rehúsan reconocer que su causa se deba a la actividad humana. Sus argumentos van desde lo religioso hasta lo político, pero en el fondo lo más común es encontrar razones económicas que tienen un gran peso y es el mayor obstáculo para el cumplimiento de acuerdos internacionales en la lucha por el cambio climático.

Los efectos del calentamiento global están a la vista. El aumento de las temperaturas cambia los patrones climáticos y altera el equilibrio habitual de la naturaleza. Cada vez los días son más calurosos; los incendios forestales ocurren con mayor frecuencia; las tormentas son más intensas y más frecuentes, causando inundaciones destructivas y las sequías, más severas; las tierras de cultivo disminuyen frente a la expansión de los desiertos.

En el rápido calentamiento del planeta, la quema de combustibles fósiles como gasolina, carbón y gas, y la deforestación, han sido factores determinantes. La explotación de estos combustibles produce los gases de efecto invernadero, que son los que se acumulan en la atmósfera terrestre, absorben la radiación solar, aumentando y reteniendo el calor en la atmósfera. Los más peligrosos son el bióxido de carbono y el metano.

Este viernes, concluirá en la ciudad escocesa de Glasgow, en el Reino Unido, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26), con la asistencia de más de 120 líderes mundiales. Habría que destacar, sin embargo, la ausencia de los líderes de dos de los países más contaminantes China y Rusia. Es esta Conferencia una primera escala, a cinco años del Acuerdo de Paris (2015), suscrito por 195 países, para revisar los avances en las metas comprometidas por las naciones suscriptoras para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la adaptación al cambio climático y para conocer nuevas metas, más ambiciosas, de mitigación. Esto último, más como un buen deseo que como una expectativa posible.

Y es que, después de casi dos semanas de trabajos intensivos, de buenos propósitos y mejores intenciones, de aceptación y reconocimiento de la gravedad del problema, de casi el consenso sobre la necesidad de realizar acciones para frenar el calentamiento global, de muchas horas de discursos, los compromisos evaden fechas, sus metas son vagas o los cumplimientos no son claros.

Por lo pronto, el primer borrador del texto final de la COP26, que se ha dado a conocer, ha sido calificado de excepcionalmente débil, por Greenpeace México. No contiene ninguna mención a la eliminación gradual de combustibles fósiles, señala, no reconoce que estos combustibles están impulsando la crisis climática, y tampoco se comprometen acciones tangibles para poner fin a la dependencia mundial del carbón, el petróleo y el gas, afirma en su crítica.

En espera de que esto se corrija en la última versión del documento, Greenpeace considera que para que la COP26 tenga éxito, será necesario, además, que la declaración final incluya la suspensión inmediata de todos los proyectos nuevos de combustibles fósiles; proponga planes ambiciosos para reducir a la mitad las emisiones globales para 2030; contemple reglas para una cooperación internacional equitativa, y se asegure que los 100 mil millones de dólares al año prometidos en 2009, vayan de los países con altas emisiones a los países que soportan la peor parte de los impactos climáticos. Esperemos que al final, la COP26 supere las presiones.